La mayoría del oxígeno en el aire es O2 (dos átomos de oxígeno unidos). El ozono es la unión de tres átomos de oxigeno (O3). Su principal propiedad es que es un fortísimo oxidante y como tal tiene efectos beneficiosos pero también puede ser sumamente dañino.

  ¿Dónde se encuentra?    

El ozono se puede sintetizar artificialmente mediante generadores de ozono u ozonizadores. Tiene amplios usos en la industria como precursor de algunos compuestos orgánicos, y sobre todo, como desinfectante, eliminador de olores, gérmenes, virus y bacterias, tratamientos de aguas y piscinas, etc. En salud se lo emplea en ozonoterapia.

En forma natural el ozono está presente en dos capas de la atmósfera: la estratosfera y la troposfera.

El ozono está en la estratosfera en pequeñas cantidades en una proporción aproximada de 20 partes por mil millones (ppmm); esta es la llamada “capa de ozono”. El ozono de la estratosfera es formado y a la vez destruido por las radiaciones ultravioleta con un delicado equilibrio. El ozono actúa como un filtro que protege la vida en la tierra de los dañinos rayos ultravioleta provenientes del sol. Este equilibrio se ve afectado por la presencia de contaminantes, el más conocido de estos compuestos son los clorofluorocarbonados usados como propelentes en los aerosoles. Este gas adelgaza la capa de ozono produciendo lo que conocemos como “agujero de ozono”. A través de este “agujero de ozono” los rayos ultravioleta se filtran con mayor intensidad dañando la piel (arrugas, manchas, cáncer de piel).

La troposfera es la zona de la atmósfera más cercana a la Tierra, entre el nivel del mar y los 10 kms de altura, en concentraciones elevadas de ozono en esta capa actúa como un poderoso contaminante. El ozono es hoy uno de los contaminantes más importantes, es el principal componente del smog. El ozono en la superficie de la tierra se forma a partir de una reacción química entre los compuestos orgánicos volátiles y los óxidos de nitrógeno, provenientes de emanaciones de vehículos, industrias, centrales termoeléctricas, gasolineras e imprentas, pinturas y productos de limpieza, en presencia de radiación solar.  

  Nivel de contaminación/daño en la salud    

Se ha diseñado un Índice de Calidad del Aire para el Ozono que califica con un número (AQI) la calidad del aire e indica los riesgos para la salud.

En esta Guía se consideran grupos de riesgo:

−    a los niños y los adultos sanos que hacen actividad física al aire libre, porque respiran más rápido y más profundo, permitiendo penetración más profunda de ozono en los pulmones.

−   a las personas con enfermedades respiratorias.

  Daños en la salud respiratoria    

Cuando entra en contacto con tejidos vivos como los pulmones el ozono puede causar o agravar enfermedades. El ozono es un potente oxidante, extremadamente irritante para el sistema respiratorio.

La sensibilidad al ozono se correlaciona directamente con la preexistencia de enfermedades respiratorias, la realización de actividad física o incluso la susceptibilidad genética.

Irrita la vía aérea: tos, dolor de garganta, o malestar en el pecho, dolor interno al respirar profundamente.

Reduce la función pulmonar y dificulta la respiración profunda. La respiración se siente incómoda, rápida y superficial, en especial cuando se hacen ejercicios o trabajos al aire libre.

Empeora el asma, aumentando la frecuencia de exacerbaciones que requieren atención médica o el uso adicional de medicamentos.

Ello sucede porque el ozono incrementa la sensibilidad a los alergenos que desencadenan las crisis asmáticas y reducen la función pulmonar, además de  irritar las vías respiratorias.

Agrava el enfisema y la bronquitis con aumento de las visitas al departamento de emergencias de hospital.

Reduce la inmunidad con mayor susceptibilidad a las infecciones.

El ozono compromete la función pulmonar en personas sanas, adultos y niños, con exposición reiterada a concentraciones altas aún durante breves periodos de tiempo.

El ozono acelera la disminución natural de la función pulmonar que ocurre como parte del proceso normal de envejecimiento