Ivermectina para el tratamiento de COVID 19: Ensayo clínico en Argentina

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Muchos fármacos que son usados para tratar diferentes enfermedades se han redireccionado para la prevención o el tratamiento del SARS-CoV-2, en parte por la experiencia con otros coronavirus zoonóticos, o en parte por las cualidades viricidas de los fármaco ''in vitro''.

Un ejemplo es la Hidroxicloroquina: a partir de un trabajo basado en 6 pacientes (Didier Raoult et al), por su efecto en la disminución de la carga viral en las secreciones respiratorias en pacientes con covid-19, la hidroxicloroquina llegó a aumentar 10 veces su prescripción en los Estados Unidos. Un 60 % de los pacientes con covid-19 en determinado momento de la pandemia la habían recibido en dicho país, para que luego de varios Estudios Controlados y Aleatorizados (ECA) bien diseñados, se haya dejado de lado un indicación por fuera de ensayos clínicos.

 

Con la ivermectina se está dando un fenómeno de indicación empírica, a dosis variables, en distintas regiones de Sudamérica y de nuestro país, sin contar con el apoyo de publicaciones y bibliografía que lo avale.

La pre-publicación en The Lancet, del 11 de noviembre, El efecto antiviral de la ivermectina en dosis altas en adultos con covid-19: un ensayo piloto aleatorizado, controlado, abierto y multicéntrico, muestra la experiencia de 4 centros de salud de Argentina con la ivermectina, en el contexto de un ensayo clínico controlado aleatorizado y cegado, que parece ser el primero en publicar sus datos. 

Se tomaron 45 adultos de 18 a 69 años, con covid-19 leve a moderado, dentro de los 5 días de inicio de síntomas, y se los aleatorizaron 2:1 a recibir, 30 de ellos, ivermectina 0.6 mg/kilo peso corporal por día vía oral,  durante 5 días ( ejemplo, 1 comprimido de ivermectina, 6 mg, como monodosis, es el tratamiento de la escabiosis)

El objetivo primario, fue la reducción de la carga viral en secreciones respiratorias al día 5, medida por RT-PCR cuantitativa.

Se encontró que los pacientes con concentración plasmáticas altas de ivermectina (9 en total), tenían mayor reducción de la carga viral en vía aérea superior, sin efectos adversos graves, ni tampoco tantos.

La reducción en la carga viral en el subgrupo de alta concentración plasmática de IVM fue del 72%, versus 40 % en el grupo control.

El resultado es promisorio, así como todos los intentos por investigar nuevas alternativas en la prevención y tratamiento de esta enfermedad. 

Pero cuál es la utilidad clínica de este tratamiento? ¿Pueden extrapolarse los datos de este estudio a la población general? Esta claro que deben continuar las investigaciones antes de poder generalizar una indicación farmacológica con iIvermectina para el tratamiento de COVID 19.

En el mismo sentido, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) recomienda hasta el momento “que no se utilice la ivermectina para el tratamiento y/o profilaxis del SARS-CoV2 al margen de estudios bien diseñados, debidamente registrados, y que sean éticamente aceptables.”

 

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