La disnea es una sensación global de dificultad para respirar, falta de aire o ahogo. Como todo síntoma, es subjetivo y resulta de la interacción entre la causa de la disnea, factores psicológicos y socio ambientales.
La disnea es uno de los síntomas que con mayor frecuencia motivan la consulta al neumólogo
No existe un mecanismo único para explicar la disnea. El proceso de la respiración es complejo y depende de la interrelación entre el sistema nervioso central y nervios periféricos, la vía aérea, pulmones, diafragma y músculos de la pared torácica. La alteración de cualquiera de estos componentes puede inducir disnea.
Disnea de origen pulmonar
Aguda
Aspiración de cuerpo extraño
Asma
Neumonia
Neumotirax
Derrame pleural
Tromboembolismo
Traumatismo torácico
Distrés respiratorio del adulto
Crónica
EPOC
Enfermedades del intersticio pulmonar
Hipertensión pulmonar
Fibrosis quística
Cáncer de pulmón o pleura
Enfermedad de los músculos respiratorios
Alteraciones de la pared torácica (obesidad mórbida, deformidades de columna)
Disnea de origen extrapulmonar
Aguda
Edema de pulmón
Hiperventilación por ansiedad
Alteraciones del metabolismo
Crónica
Enfermedades cardiacas
Embarazo
Anemia
Mal de altura
Trastornos psicológicos
Falta de entrenamiento muscular en adultos mayores
Diagnóstico y tratamiento
La subjetividad del síntoma –disnea- hace difícil su medición por lo que se han diseñado escalas especiales para su cuantificación durante las actividades de la vida diaria; durante el ejercicio; y cuestionarios de calidad de vida.
El mejor abordaje terapéutico es el que intenta solucionar la causa. Pero en numerosas ocasiones esto no es posible entonces la opción es tratar el síntoma.