El edema de pulmón se define por la acumulación de líquido en el intersticio pulmonar, en los alvéolos y en las vías aérea (bronquios y bronquiolos).
El fluido acumulado disminuye la capacidad de expansión del pulmón, obstruye la vía aérea y obstaculiza el intercambio gaseoso.
El edema pulmonar cardiogénico: es el más frecuente y se debe a alteraciones de la función cardiaca. Este tipo de edema pulmonar se presenta en pacientes con infarto de miocardio, arritmias, enfermedad de la válvula mitral e insuficiencia cardiaca.
El edema pulmonar no cardiogénico: suele surgir a partir de infecciones o enfermedades inflamatorias, por inhalación de sustancias tóxicas (cloro, amoniaco) hemorragia cerebral; sobredosis de heroína, traumatismo de cráneo, y altura. Una causa importante de edema pulmonar no cardiogénico es el síndrome de dificultad respiratoria del adulto también conocido como distrés respiratorio o ARDS por sus siglas en inglés.