La ergoespirometría se conoce también con el nombre de Prueba de ejercicio cardiopulmonar. Esta prueba evalúa la función pulmonar mientras la persona realiza una actividad física, en general caminando en una cinta sin fin o pedaleando en bicicleta fija.
La ergoespirometría constituye la prueba más apropiada para valorar la función pulmonar en los deportistas y para medir su grado de entrenamiento, ya que permite conocer la intensidad máxima de una actividad aeróbica (carrera, maratón, ciclismo u otros) o consumo de oxigeno máximo.
Sus resultados dan una idea de las falencias del plan de entrenamiento y orientan acerca de las modificaciones necesarias para mejorar la capacidad de afrontar la competencia.