El agua coloca al buceador en un medio regido por leyes físicas ya que los cambios en la presión ambiental son diferentes sobre la tierra que bajo el agua. Asimismo, respirar aire comprimido o bucear a pulmón (en apnea) exponen al organismo a condiciones particulares.
El buceo puede exponer a quien lo practica a complicaciones respiratorias
Respirar mal durante el buceo puede poner en riesgo la vida
Barotrauma
El aumento de la presión durante inmersión puede dañar el oído y los senos paranasales causando dolor durante el descenso o el ascenso; a veces puede producirse sangrado nasal (epistaxis)
Trastornos respiratorios
Ahogamiento
- Sumersión (ahogado azul): ocurre al ingresar agua a los pulmones y bronquios impidiendo la llegada de aire a las vías respiratorias. Esta complicación suele presentarse en situaciones de apnea prolongada, pánico o en personas que bucean sin el entrenamiento físico adecuado.
Es más seguro bucear con equipo que a pulmón libre.
Asfixia
- Síndrome de apnea: se observa en personas que realizan buceo a pulmón (sin tubo de oxígeno). Esta práctica es responsable de alrededor del 80% de las muertes asociadas al buceo. El cuerpo reacciona con un edema de pulmón que no siempre es reversible. El récord de descenso en apnea lo tiene una mujer en 157 metros, que luego falleció.
- Hipercapnia (aumento de dióxido de carbono) causa pérdida conciencia y en casos graves la muerte. Es frecuente en buceadores que recién se inician que intentan ahorrar aire y retienen la respiración, lo que sumado al esfuerzo muscular lleva a la acumulación de este gas en el cuerpo. Lo mejor para evitar esta complicación es realizar espiraciones prolongadas y evitar esfuerzos innecesarios.
Riesgos en la profundidad
Intoxicación por oxigeno ocurre al respirar oxígeno a altas presiones cuando se bucea a grandes profundidades. El oxígeno empieza a ser tóxico a partir de 1,7 atmósferas. Estas intoxicaciones son graves ya que causan convulsiones con riesgo de ahogamiento.
Riesgos del ascenso
Descompresión
La descompresión refiere a trastornos producidos por la formación de pequeñas burbujas de nitrógeno en la sangre y los tejidos.
Se presenta cuando el buceador asciende a mucha velocidad exponiéndose a una reducción brusca de la presión ambiental con progresiva expansión del volumen pulmonar. Si en esta circunstancia el buceador aguanta la respiración el volumen de aire retenido en los pulmones aumentará más cada vez. En los casos más graves el tejido pulmonar resulta lesionado por “sobreexpansión pulmonar”.
La sobreexpansión, hiperinsuflación o barotrauma pulmonar, es el accidente más grave que puede sufrir un buceador. En general ocurre en los últimos 10 metros del ascenso. La ruptura de la pared alveolar permite la acumulación de aire en el tejido subcutáneo (enfisema subcutáneo), en la cavidad pleural (neumotórax), el tórax (neumomediastino) o en los vasos sanguíneos (embolia gaseosa).
Para prevenir esta complicación se debe evitar retener la respiración. Esta complicación también puede presentarse cuando se bucea en una pileta de natación aún a profundidades de apenas dos metros si se retiene la respiración durante la subida.
En caso de tener que salir rápidamente a la superficie, para evitar el barotrauma, se debe espirar antes de iniciar el ascenso y continuar exhalando mientras se sube.