Fibrosis pulmonar y ERGE

La presencia de pepsina y ácidos biliares en el material obtenido de lavado broncoalveolar confirma la aspiración pulmonar asociada al reflujo gastroesofágico (RGE).

 

Fibrosis pulmonar idiopática

Existen evidencias de exposición del esófago al reflujo ácido proveniente del estómago hasta en un 80% de los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática (FPI). 

La microaspiración crónica secundaria a RGE podría desempeñar un papel en la patogénesis y la evolución natural de la FPI. No obstante, aún no ha sido fehacientemente demostrada una relación causa efecto entre el RGE ácido anormal y el desarrollo o la progresión de la FPI.

 

En estos pacientes el RGE con frecuencia es clínicamente silente, sólo el 47% suele presentar los síntomas clásicos de ERGE.

 

Fibrosis quística

En pacientes con fibrosis quística se ha demostrado que, alrededor de los seis años de edad, el 50% padece ERGE.

 

En estos pacientes se sugiere que es la enfermedad pulmonar el factor de riesgo de ERGE. Habría varios mecanismos para explicar esta asociación: uso de medicamentos broncodilatadores que relajan el esfínter esofágico inferior; hiperinsuflación asociada a incremento en la presión abdominal. La tos eleva la presión intraabdominal generando una distensión en el estómago y en el esófago.

 

Tratamiento

Las manifestaciones extraesofágicas de la ERGE se tratan mediante la combinación de cambios en la dieta y ciertos hábitos, y terapia medicamentosa.

 

Se recomienda evitar la cafeína, las bebidas carbonatadas y ácidas; ingerir alimentos en porciones pequeñas y frecuentes y elevar el cabecero de la cama colocando tacos de madera debajo de las patas.

 

Se advierte a los pacientes que el tabaquismo agrava la FPI

 

La terapia con IBP es el pilar fundamental del tratamiento farmacológico de la ERGE. Sin embargo,  la dosis estándar puede no suprimir el reflujo ácido.

A diferencia del manejo de pacientes con ERGE típica, en estos casos deben prescribirse dosis elevadas, a veces una dosis antes del desayuno y otra antes de la cena,  generalmente por un mínimo de 3 a 6 meses. El inconveniente de las dos tomas diarias es la adherencia al tratamiento que con frecuencia se deteriora a través del tiempo dando lugar al recrudecimiento de los síntomas. Para obviar este inconveniente se han desarrollado nuevas preparaciones como el dexlansoprazol MR. Mediante tecnología de liberación retardada dual se ha modificado la liberación del principio activo. De este modo, una única toma logra controlar la secreción ácida durante todo el día.

 

Importante

El uso de IBP durante un tiempo más prolongado que el indicado puede afectar la absorción de hierro, magnesio y vitamina B12; y aumentar el riesgo de infecciones intestinales. Es fundamental que el tratamiento sea supervisado por un médico para minimizar el riesgo de efectos adversos.

 

La terapia con IBP es el pilar fundamental del tratamiento farmacológico de la ERGE