En el mes de febrero, durante la celebración del Día Mundial de las Enfermedades Raras o Poco Frecuentes, se hizo hincapié en el diagnóstico tardío de estas afecciones y las dificultades que ello representa para acceder tempranamente a tratamientos que mejoren el pronóstico y la calidad de vida.
En el año 2013 la compañía irlandesa Shire encuestó a 887 pacientes y cuidadores (afectados por 466 enfermedades diferentes) y 100 médicos. Su informe reveló que el diagnóstico correcto demoró un promedio de 7,6 años en Estados Unidos y 5,6 años en el Reino Unido. Durante estos años los pacientes deambularon sin rumbo fijo entre cuatro médicos de atención primaria y cuatro especialistas, y recibieron entre dos y tres diagnósticos incorrectos.