Según el diccionario de la Real Academia española una de las acepciones de la palabra exacerbar es agravar o avivar una enfermedad.
En el año 2004, la Asociación Americana del Tórax y la Sociedad Respiratoria Europea definieron la exacerbación de la EPOC como un “episodio de comienzo agudo, que modifica las características habitual de los síntomas (disnea, tos, expectoración) en un paciente previamente estabilizado, y que justifica cambios en el tratamiento de base”.
A lo anterior suele sumarse, en grado variable: respiración rápida y superficial, sibilancias, aumento de la frecuencia cardiaca y, en los casos más graves alteración del estado mental.
Las exacerbaciones tienen un impacto negativo en la evolución clínica de la enfermedad ya que se asocian con un deterioro de la función respiratoria que muchas veces no se logra recuperar completamente una vez resuelto el episodio.
Causas de exacerbaciones de EPOC
- Incumplimiento con las indicaciones del médico (abandonar el cigarrillo, tomar la medicación, rehabilitación)
- Infecciosas (bacterianas, virales)
- Depresión respiratoria por medicamentos (somníferos, sedantes)
- Exposición a irritantes (polución ambiental, tabaco, polvos orgánicos)
El incumplimiento o abandono del tratamiento es una de las causas más frecuentes de exacerbación de la enfermedad
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¿Cómo prevenirlas?
La mejor estrategia para prevenir las exacerbaciones es cumplir estrictamente con las indicaciones del médico.
Las nuevas guías de tratamiento de la EPOC (GOLD y GesEPOC) incluyen medidas para prevenir exacerbaciones.
Dejar de fumar es fundamental para prevenir las exacerbaciones de la EPOC |