La tuberculosis resistente a múltiples fármacos o multirresistente (MRD-TB por su sigla en inglés) una infección grave que no responde al tratamiento con por lo menos dos de los antibióticos más potentes de primera línea: el rifampicina y el isoniazida que se usan regularmente para tratar la tuberculosis. La MRD-TB afecta a más de un millón de personas en el mundo y se curan aproximadamente la mitad de los tratados.
La bedaquilina es un nuevo tratamiento indicado específicamente para la MRD-TB, actúa inhibiendo una enzima utilizada por el bacilo de Koch, el agente causal de la tuberculosis, para multiplicarse y diseminarse por el organismo.
Este medicamento cuenta desde 2013 con la aprobación de la FDA para ser usado en combinación con al menos otros tres medicamentos antituberculosos, en adultos, y cuando no se pueden usar otros tratamientos.
Seguridad
Es fundamental tener presente que no se trata de un tratamiento inocuo. Uno de los ensayos clínicos reveló una mayor cantidad de fallecimientos entre los pacientes tratados con bedaquilina que entre aquellos que recibieron placebo. Sin embargo, hay que tener en consideración que la MRD-TB es una afección muy grave con una elevada tasa de mortalidad. Por estas razones la decisión terapéutica debe resultar de un cuidadoso balance riesgo beneficio.
A favor de la salud
Pese a haber sido aprobado hace ya más de un año, bedaquilina apenas ha sido distribuida y su llegada a países con altas tasas de TB-MDR se ha realizado bajo la modalidad de “uso compasivo”, lo que significa que se requiere un complejo mecanismo de autorización individualizada. Además en muchos países aun no está autorizado su uso. Las estimaciones en marzo de 2015 señalan que son menos de mil los pacientes que han recibido bedaquilina.
La bedaquilina (Sirturo™) ha sido desarrollada por el Laboratorio Janssen, empresa que ha realizado importantes acuerdos para contribuir a la lucha contra la MDR-TB. Primeramente se comprometió con el Servicio Nacional de Fármacos de la Alianza Alto a la Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud a facilitar la llegada de este fármaco a más de 130 países, incluyendo la Argentina. Esta empresa también ofreció a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional 30.000 tratamientos gratuitos.
En Argentina, el tratamiento se encuentra disponible para el Programa Nacional de Tuberculosis través de la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud.