La biotecnología fue definida por el Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992 como “toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos".
La biotecnología tradicional consistía en la utilización de microbios para la producción de vino, cerveza y el pan, antibióticos, acetona o la depuración residuos cloacales. En la década de 1970 con el desarrollo de la ingeniería genética la biotecnología moderna incorporó la manipulación genética para optimizar los resultados.
Aplicaciones de la biotecnología en salud
- Desarrollo de vacunas (respuesta inmunitarias más eficaz, protección simultánea de varias enfermedades)
- Diseño de fármacos (absorción más eficiente, menos efectos adversos, mayor duración de acción)
- Desarrollo de métodos de diagnóstico molecular (detección de microorganismos; estudio de variaciones genéticas relacionadas con enfermedades hereditarias)
- Producción de proteínas humanas con fines terapéuticos (factores de coagulación para el tratamiento de la hemofilia; hormonas (para tratar enfermedades de la glándula tiroides, infertilidad, trastornos del crecimiento, diabetes)
- Producción de anticuerpos (Anti-IgE , Anti-TNF y Anti-IL2) para tratar enfermedades neoplásicas
- Producción de antibióticos
- Terapia génica (corrección de un defecto genético)
Mediante la manipulación genética la biotecnología puede “programar” bacterias para que fabriquen sustancias que, de otra forma, estos microorganismos no podrían producir (insulina, antibióticos, etc.)