Un nódulo pulmonar es una imagen redonda u ovalada que se observa en estudios que registran imágenes de los pulmonares –radiografía, tomografía, resonancia magnética-.
El Nódulo Pulmonar Solitario es un hallazgo casual durante un examen de rutina. Se suele encontrar en 1 a 2 de cada 1.000 radiografías del tórax. Un nódulo pulmonar no es más que una imagen y es el médico quien deberá interpretarlo y estudiarlo en el contexto del cuadro clínico del paciente y las características radiológicas particulares de la lesion.
¿Cómo sé que es una lesión benigna?
Al observar un Nódulo Pulmonar Solitario surgirá la sospecha de si esta lesión es del tipo benigno o si encierra un cáncer.
El Nódulo Pulmonar Solitario es benigno en el 60% de los casos, y existen varios parámetros para orientar el diagnóstico.
Las características del paciente: Las personas que no fuman y no han fumado, tienen menos de 35 años de edad y no tienen antecedentes de exposición laboral a sustancias tóxicas es altamente probable que tengan una lesión benigna.
El aspecto radiológico de la lesión: Lesiones con un diámetro menor a 3 centímetros; de forma redondeada y borde bien definido. También es un índice de benignidad la presencia de alguna calcificación solitaria, concéntrica y central o de pequeños nódulos (satélites) rodeando al nódulo mayor. En general estas lesiones se examinan periódicamente y la estabilidad de su aspecto comparado con estudios realizados en los dos años anteriores también orienta el diagnóstico hacia la benignidad. Si el nódulo duplica su tamaño en menos de 20 días es probable que sea de causa infecciosa.
¿Cuándo se sospecha que podría tratarse de un cáncer?
El Nódulo Pulmonar Solitario oculta un cáncer en el 40% de los casos. También en este caso se describen parámetros que orientan el diagnóstico.
Las características del paciente: Las personas que tienen más de 40 años de edad y los fumadores constituyen un grupo de alto riesgo. El riesgo es proporcional al número de éste disminuye al abandonar el hábito nunca se iguala al de los que nunca fumaron. Otro factor de riesgo es la exposición laboral a sustancias tóxicas como gas radioactivo, uranio o metales pesados y a partículas que se acumulan en el pulmón (asbesto, sílice, carbón) que dan lugar a las llamadas neumoconiosis.
También pesa negativamente el antecedente de haber tenido un cáncer de pulmón u otra enfermedad pulmonar como enfermedad intersticial, enfermedades del colágeno (lupus, artritis reumatoidea, esclerodermia sistémica) o un cáncer en otros órganos. La presencia de otros signos como ganglios aumentados de tamaño en el cuello, o deformación de las uñas y los dedos de las manos (uñas en vidrio de reloj, dedos en palillo de tambor) induce la sospecha de cáncer.
El aspecto radiológico de la lesión: Las lesiones más sospechosas son aquellas cuyo tamaño excede los 3 centímetros de diámetro, con bordes lobulados o irregulares.
¿Cómo confirmar el diagnóstico?
Estudios complementarios: Para orientar el diagnóstico hacia un Nódulo Pulmonar Solitario de tipo benigno o maligno se pueden solicitar estudios adicionales como la tomografía computada, la tomografía helicoidal con contraste (TACH) y, en determinadas ocasiones la tomografía computada por emisión de positrones (PET). En general, el seguimiento de los pacientes de riesgo bajo y moderado/bajo se hace con TAC.
El estudio anatomopatológico del tejido obtenido por biopsia: Si la TACH y la PET no identifican claramente signos de benignidad entonces la única técnica para confirmar el diagnostico es la biopsia.