La ventilación mecánica es un tratamiento de soporte vital y comprende cualquier procedimiento de respiración artificial que emplee un aparato para reemplazar o ayudar con la función respiratoria de una persona.
Su objetivo es mejorar la oxigenación de los pulmones y el organismo, eliminar el dióxido de carbono, mejorar los síntomas y mantener al paciente con vida hasta tanto otros tratamientos logren revertir la causa que motivó la colocación del respirador.
¿Cuándo está indicado?
La ventilación mecánica se usa en pacientes con insuficiencia respiratoria que no responden a las medidas terapéuticas correspondientes a alguna de las siguientes situaciones:
- Síndrome de distrés respiratorio agudo
- Postquirúrgicos
- Exacerbación de enfermedades respiratorias crónicas (EPOC)
- Enfermedades neuromusculares
- Traumatismo cerebral
- Lesiones de la médula espinal
- Debilidad muscular grave (síndrome de Guillain- Barré)
- Coma profundo
¿Cuánto tiempo se puede usar?
Algunos pacientes pueden estar conectados al respirador sólo unas pocas horas o días mientras que otros tal vez lo necesiten durante más tiempo.
Unos pocos nunca mejoran lo suficiente como para desconectarse del respirador totalmente. Es difícil saber si una persona se recuperará con el tratamiento, a veces sólo es posible tener una idea aproximada de las posibilidades de supervivencia.
No todos los pacientes que reciben ventilación mecánica mejoran sólo por el hecho de estar conectados al respirador. La ventilación mecánica no es un tratamiento curativo, ayuda a mantener con vida al paciente hasta que otros tratamientos resulten eficaces o hasta que la enfermedad siga su curso natural.