La insuficiencia respiratoria es la incapacidad del aparato respiratorio para mantener los niveles fisiológicos de oxigeno y dióxido de carbono del organismo.
La insuficiencia respiratoria puede deberse a dos mecanismos: falla del pulmón o a alteraciones de la mecánica respiratoria principalmente por una disfunción de la musculatura, aunque con frecuencia estos mecanismos se presentan en forma combinada.
Insuficiencia respiratoria de causa pulmonar
Neumonía, EPOC, crisis asmática, fibrosis pulmonar, tromboembolismo pulmonar, síndrome de distrés respiratorio del adulto, neumotórax.
Insuficiencia respiratoria de causa muscular
- Falla de los mecanismos neurológicos para estimular a los músculos respiratorios: intoxicación por sedantes, síndrome de Guillain-Barré, miastenia gravis, botulismo
- Defecto mecánico de la caja torácica: cifoescoliosis
- Fatiga muscular respiratoria por desbalance entre la demanda y las fuerzas disponibles: crisis asmática grave prolongada, debilidad muscular para cumplir con demandas aumentadas –EPOC-
La insuficiencia respiratoria crónica se caracteriza por una pérdida progresiva de la función respiratoria, por lo que el organismo tiene tiempo para adaptarse (P. ej: fibrosis pulmonar, EPOC, hipertensión pulmonar). El paciente suele tolerar mejor esta situación por un tiempo aunque le es difícil soportar exigencias físicas o enfermedades agregadas como por ejemplo neumonía.
La insuficiencia respiratoria aguda es de instalación rápida. El inconveniente radica en que la velocidad con que ocurre no da tiempo a que se pongan en marcha los mecanismos de adaptación y compensación (P. ej: neumonía grave). Puede afectar a pacientes con pulmones sanos. También puede ocurrir que se presente en un enfermo crónico, con escasas reservas para enfrentar la nueva carga. (P. ej: exacerbación de EPOC).
El diagnóstico de insuficiencia respiratoria requiere la determinación de gases en sangre arterial
¿Cómo se manifiesta?
En los casos de insuficiencia respiratoria crónica los signos suelen ser inespecíficos y aparecen tardíamente.
La insuficiencia respiratoria aguda se caracteriza por la aparición súbita de disnea, taquicardia, taquipnea, cianosis y compromiso de la conciencia.
Tratamiento
En la etapa aguda la oxigenoterapia es el primer recurso para mantener la adecuada oxigenación de los tejidos. En ocasiones se requiere ventilación mecánica no invasiva o invasiva.
No obstante, la insuficiencia respiratoria es la manifestación clínica de una enfermedad de base por lo que es fundamental su tratamiento específico.
La insuficiencia respiratoria aguda suele remitir una vez controlado el cuadro que la ha causado
La insuficiencia respiratoria crónica aqueja a pacientes con enfermedades progresivas y en general evoluciona hacia el agravamiento