Enfermedades de la pared del tórax

Las enfermedades que afectan la pared torácica (la parrilla costal, la columna vertebral, las articulaciones entre ambas, músculos intercostales y diafragma) generan una sobrecarga mecánica que puede comprometer la capacidad funcional del sistema respiratorio.

 

Funcionamiento normal

El diafragma es un músculo que se dispone en forma de cúpula entre el abdomen y el tórax. En la inspiración el diafragma se desplaza hacia abajo aumentando el eje longitudinal del tórax determinando un aumento del volumen, y generando cambios en las presiones del abdomen y el tórax. Al movimiento de las costillas contribuyen, además, los músculos intercostales externos situados diagonalmente entre las costillas.

Durante la inspiración la presión en las vías respiratorias se torna levemente  negativa y aumenta el volumen de la caja torácica favoreciendo la expansión de los pulmones.

Para inspirar se deben vencer tres fuerzas: las propiedades elásticas del pulmón y de la pared del tórax, y la resistencia de las vías aéreas al paso del aire.

La espiración, en condiciones de reposo, es un proceso pasivo que se inicia cuando disminuye la contracción de los músculos inspiratorios y los pulmones regresan a la posición de reposo. En esta fase las presiones de retroceso elástico de los pulmones y de la pared torácica se equilibran. La presión en las vías respiratorias se vuelve levemente positiva y el aire es expulsado de los pulmones.

Se deduce, de lo explicado más arriba, que el aparato respiratorio no es una estructura rígida sino que tiene capacidad de deformación y recuperación (propiedades elásticas de pulmón y la caja torácica).

En el sistema respiratorio la entrada y salida de aire se produce por gradiente de presión. Existe, entre las retracciones elásticas de los pulmones y la caja torácica un equilibrio en dirección opuesta generador de valores de presión.

 

Tórax rígido

En las enfermedades de la pared del tórax las propiedades elásticas de los pulmones y las vías aéreas son normales, por lo que la espiración no se vería afectada.

Por el contrario, hay una disminución importante de la distensibilidad de la pared torácica (se presenta como un tórax rígido). Una caja torácica rígida representa una sobrecarga elástica al incrementar la resistencia normal a las fuerzas generadas por los músculos inspiratorios. Ello significa que es necesario un esfuerzo inspiratorio mayor, un aumento del trabajo respiratorio. Ello favorece que el diafragma genere un aumento de la presión para lograr un determinado cambio de volumen. Un esfuerzo inspiratorio intenso resulta en un mayor gra­do de inflación pulmonar. Si se suma a esta falencia una debilidad de los músculos inspiratorios la repercusión es aún mayor.

 

A largo plazo, las consecuencias de este desbalance son insuficiencia respiratoria crónica  y cor pulmonale (insuficiencia cardiaca por enfermedad pulmonar) .

 

Enfermedades de la pared torácica con compromiso de la función respiratoria

  • Cifoescoliosis
  • Trastornos congénitos de la pared del tórax
  • Espondilitis anquilosante
  • Pectus excavatum
  • Obesidad mórbida