El síndrome de distrés respiratorio agudo se estudio en profundidad en los años sesenta en pacientes politraumatizados durante el conflicto bélico con Vietnam. Se lo conoció también como pulmón de shock, pulmón húmedo, pulmón postraumático, pulmón de Da-Nang.
Si bien en inglés se usa la sigla ARDS (acute respiratory distress syndrome) en España y Latinoamérica se adoptó el nombre Síndrome de Distrés Respiratorio del Adulto (SDRA) para diferenciarlo del infantil.
Causas
El SDRA es una forma muy grave de insuficiencia respiratoria aguda; usualmente es una complicación que se puede presentar en muy variadas condiciones y enfermedades frecuentes, como sepsis, shock, traumatismos pulmonares, pancreatitis aguda, aspiración de contenido gástrico y neumonías.
Cuadro clínico
Clínicamente se manifiesta por disnea con insuficiencia respiratoria progresiva causada por una reacción inflamatoria con edema pulmonar hemorrágico difuso. Esta alteración se objetiva por el deterioro de la saturación de oxigeno en la sangre y la aparición en la radiografía de tórax de imágenes típicas de edema pulmonar. Esta respuesta puede limitarse al pulmón o afectar en grado variable otros órganos como riñón, hígado, intestino y cerebro, causando falla orgánica múltiple.
Tratamiento
El SDRA se trata en unidades de cuidados intensivos, fundamentalmente se basa en la ventilación asistida y en resolver la enfermedad desencadenante y la aplicación de una estrategia de ventilación. El soporte nutricional es otra de las claves del manejo de estos pacientes ya que el proceso inflamatorio que los afecta consume gran cantidad de energía.
Evolución y pronóstico
El pronóstico es reservado, el SDRA se asocia a una elevada tasa de mortalidad. El 20% se atribuye a la insuficiencia respiratoria y el resto se relaciona con la presencia de enfermedades subyacentes, y el compromiso concomitante de otros órganos; la falla de más de tres órganos se asocia a una mortalidad de casi el 100%.
En los pacientes que sobreviven se describen dos evoluciones: una resolución del cuadro en algunas semanas, o el desarrollo de una fibrosis progresiva. No se conoce aún que factores determinan una u otra evolución.