El asma ocupacional o asma laboral es causada por la inhalación de agentes irritantes (polvo, gases, humos y vapores) en el lugar de trabajo. Las personas con mayor riesgo de padecer asma ocupacional son las que trabajan en industrias textiles y del algodón, manipulación de químicos (cromo, aluminio, resina epóxido, metacrilato, ácidos, adhesivos y resinas industriales), en granjas (polvo de cereales, lino, café, té, etc.) o cuidando animales (caballos).
El asma ocupacional se inicia en la vida adulta o, también, puede agravar el asma preexistente.
Los síntomas son similares a los del asma común pero tienen algunas características particulares:
-Aparecen tras un período de latencia, más o menos prolongado según la predisposición individual y el tipo y grado de la exposición.
-Se manifiestan o aumentan en intensidad al renovarse la exposición al ambiente contaminado después del fin de semana o las vacaciones.
-En casos menos frecuentes pueden desarrollarse por la noche lo que hace difícil establecer la relación causa-efecto
-En algunos pacientes se desarrolla una disnea de esfuerzo permanente que puede hacer sospechar la presencia de otras enfermedades respiratorias o cardiacas
Los trabajadores expuestos deben consultar al médico ante la aparición de tos y sibilancias.
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Una prueba de gran valor para diagnosticar asma ocupacional es la espirometría. Los resultados suelen estar alterados cuando se realiza la prueba durante el horario laboral, en cambio se normalizan durante los periodos en que el paciente no concurre al trabajo (vacaciones).
Diagnosticada a tiempo el asma ocupacional es un trastorno reversible
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