La natación es uno de los ejemplos más fehacientes de “respiración controlada”. La inspiración se realiza activamente y por la boca dado que al ser una cavidad de mayor tamaño permite la incorporación de más cantidad de aire en menor tiempo.
La espiración también es activa y se realiza debajo del agua; el nadador expulsa el aire voluntariamente para vencer la resistencia que opone al agua. El aire se exhala en general por la boca, pero en ciertos estilos que incorporan rolidos también interviene la nariz para poder expulsar las gotas de agua que hayan quedado en las fosas nasales. La exhalación es más lenta que la inspiración, puede ser gradual o brusca según el estilo de nado.
La espiración debe ser lenta pero no se recomienda retener el aire.
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Beneficios de la natación
La natación es el deporte más beneficioso para los pacientes con asma, dado que durante su realización se produce un cierto grado de sobrecarga de la respiración. Al ingresar el aire al tórax éste se expande venciendo la presión hidrostática del agua y lo mismo sucede al exhalar por la boca debajo del agua; estos esfuerzos fortalecen los músculos encargados de la respiración.
Además al ser un deporte individual cada persona puede regular su intensidad y la cantidad de esfuerzo según su propia necesidad e interés.
Siempre debe consultarse antes al médico para evitar los riesgos del asma inducida por ejercicio.
Claudio Lutotovich múltiple campeón argentino en mariposa en los años ‘80 a 90’ y Mark Spitz, ganador de 7 medallas en los juegos Olímpicos de Munich 1972, había tenido asma en su infancia.
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