La criptococosis es una infección producida por el hongo Cryptococcus neoformans. Es una entidad poco frecuente que antes afectaba a pacientes con alguna alteración de la inmunidad (cáncer, lupus eritematoso sistémico, transplantes, tratamiento con inmunosupresores, diabetes, sarcoidosis, etc.). En la actualidad entre el 80-90% de los casos de criptococosis están descritos en pacientes con SIDA.
La incidencia de criptococosis en pacientes con SIDA ha disminuido debido a una terapia retroviral más efectiva
El hongo crece de forma natural en la tierra, es común en los nidos abandonados de aves y cerca de sus excrementos.
El guano de las palomas puede mantener su infectividad hasta por dos años
¿Cómo se manifiesta clínicamente?
La infección se adquiere por inhalación.
En pacientes inmunocompetentes, al llegar el hongo a los alvéolos pulmonares se desencadena una respuesta inmunitaria que, en condiciones normales, es suficiente para controlar la infección produciéndose una neumopatía inaparente asintomática.
La mayoría de las infecciones sintomáticas son autolimitadas, y se manifiestan con tos y dolor torácico pleurítico; fiebre, disnea y pérdida de peso.
En algunos casos la afectación pulmonar puede permanecer estable durante largo tiempo o progresar.
En pacientes con inmunodepresión asociada a VIH/SIDA la criptococosis es la micosis sistémica más frecuente. El 90% suelen tener síntomas. La forma más usual es el compromiso del sistema nervioso central produciendo cuadros de meningitis o meningoencefalitis, aunque también se observa localización pulmonar. Las manifestaciones pulmonares son fiebre, tos, disnea, dolor pleurítico, pérdida de peso. Puede desarrollarse una neumonía o un síndrome de compromiso respiratorio agudo. En estos pacientes es frecuente que la enfermedad pulmonar sea progresiva y se propague a otros órganos.
Diagnóstico
El diagnóstico de la criptococosis pulmonar se hace a través de la identificación del hongo en muestras clínicas o cultivo de por cultivo de sangre, el liquido cefalorraquídeo, el esputo, los lavados broncoalveolares o la orina por observación directa. También se realizan pruebas en sangre
Tratamiento
Se puede tratar con la anfotericina B, fluconazol, itraconazol y ketoconazol. En los pacientes con SIDA puede ser necesario un tratamiento a largo plazo o de por vida.