Las pruebas de función pulmonar cuantifican en forma objetiva, precisa y fiable los mecanismos relacionados con la entrada y salida de aire de las vías aéreas, el intercambio gaseoso, la función de los músculos respiratorios, y las propiedades elásticas y resistencia durante la inspiración y espiración.
La espirometría es el estudio de función pulmonar
En la práctica médica las pruebas de función pulmonar se aplican al estudio de enfermedades pulmonares y también cardiacas.
Una particularidad de estas pruebas es que reproducen las circunstancias reales en las cuales se desarrollan los síntomas:
- La prueba de la distancia caminada en seis minutos es una prueba de ejercicio que se aplica particularmente al estudio de pacientes con EPOC, hipertensión arterial pulmonar, insuficiencia cardiaca y la evaluación pretransplante, entre otras.
- La polisomnografía se realiza durante el sueño y es útil para estudiar trastornos respiratorios característicos de esta situación, como la apnea del sueño.
Las pruebas de función pulmonar se usan para:
- Determinar el origen de síntomas tales como la disnea, tos o sibilancias
- Medir el grado de compromiso pulmonar en enfermedades respiratorias
- Medir el grado de compromiso pulmonar en cardiopatías crónicas
- Establecer la necesidad de tratamiento
- Monitorear la respuesta al tratamiento
- Evaluar el riesgo anestésico y/o quirúrgico en pacientes con enfermedades respiratorias, cirugía torácica o individuos de edad avanzada.
- Evaluar la repercusión pulmonar del tabaquismo
- Cuantificar discapacidad respiratoria (enfermedades profesionales o discapacitantes)
- Evaluar grado de entrenamiento en deportistas
Las pruebas de función pulmonar son necesarias en el diagnóstico y seguimiento de todos los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas