La técnica de lavado broncoalveolar (LAB) fue concebida como un procedimiento para analizar e investigar la presencia de gérmenes u otros materiales presentes en la vía aérea inferior y los alvéolos pulmonares.
Técnica
- Ayuno durante 6 a 12 horas antes del procedimiento
- Se usa anestesia tópica (gel) en la garganta o las fosas nasales del paciente para anular el reflejo de la tos y las molestias ocasionadas durante el procedimiento.
- Colocación de un broncoscopio flexible (sonda < 1,3 cm. de diámetro con una pequeña cámara en el extremo) a través de la nariz o la boca hacia los pulmones.
- Se puede sentir que el tubo se desplaza pero no hay dolor ni riesgo de asfixia.
- Instilación de solución fisiológica en el bronquio elegido a través del canal interno del broncofibroscopio.
- Aspiración del líquido instilado
- Retiro del broncoscopio
- El reflejo de la tos se recupera 1 a 2 horas después del examen y hasta entonces existe un riesgo de ahogamiento si se ingieren alimentos o líquidos, por lo cual hasta transcurridas dos horas entonces no se le permite al paciente comer o beber.
- Una vez que el efecto de la anestesia ha desaparecido, la garganta puede sentirse áspera durante unos pocos días.
La técnica de lavado broncoalveolar es sencilla, segura y bien tolerada por el paciente.
|
Análisis del líquido extraído
El líquido obtenido se envía al laboratorio. Se investiga la presencia de gérmenes (bacterias, virus y hongos), partículas (carbón, sílice), se estudian las células (inflamatorias, inmunológicas, neoplásicas) y sustancias relacionadas con la inflamación (citocinas) y destrucción de tejidos (enzimas)
Aplicaciones diagnósticas del LAB
- Identificación de agentes microbianos en caso de infecciones broncopulmonares (pacientes con infección por VIH o neumonía asociada al uso de ventilador)
- Enfermedades intersticiales difusas del pulmón (fibrosis pulmonar idiopática)
- Cáncer
- Neumonitis por hipersensibilidad
- Histiocitosis X
- Neumonía lipoidea
- Hemosiderosis pulmonar