El análisis inmunohistoquímico consiste en la demostración de determinado antígeno en las células o tejidos utilizando anticuerpos. Esta técnica se basa en la capacidad de los anticuerpos de unirse específicamente al antígeno correspondiente.
Para visualizar la reacción en el microscopio se emplean “anticuerpos marcados” con proteínas –enzimas- capaces de modificar el color. En general se emplean enzimas como la peroxidasa o la fosfatasa.
El análisis inmunohistoquímico se puede aplicar a muestras de tejido obtenidas por biopsia, extirpación quirúrgica, células (esputo, lavado broncoalveolar, líquido pleural), muestras de sangre.
¿Para qué se usa el análisis inmunohistoquímico?
- Identificación de células anormales –neoplasias malignas-
- Establecer el tipo de cáncer
- Distinguir entre distintos tipos de linfomas
- Identificar el carcinoma original a partir de una metástasis
- Detectar receptores hormonales (cáncer de mama)
- Evaluar la eficacia de nuevos fármacos
- Localizar una proteína en el interior de una célula (núcleo, citoplasma, etc.)