El citodiagnóstico, también llamado citología, examina células que ofician como representantes del estado del tejido del órgano del cual se desprenden.
El citodiagnóstico es el estudio de las características microscópicas de las células (forma, tamaño, coloración, etc.), las relaciones entre ellas y con los componentes extracelulares.
¿Para qué sirve el citodiagnóstico?
- Detección de lesiones premalignas
- Diagnóstico de neoplasias malignas
- Diagnóstico de lesiones benignas
- Diagnóstico de infecciones en pacientes inmunodeprimidos
- Estudio de las células de la sangre y la médula ósea
El material examinado puede haberse desprendido espontáneamente de los órganos u obtenerse por procedimientos invasivos (raspado de la mucosa, líquido obtenido mediante aspiración con aguja, esputo, fluido de lavado broncoalveolar, orina, sangre, tejido obtenido por punción o biopsia).
El ejemplo más conocido de examen citológico es el Papanicolaou aplicado a la detección del cáncer de cuello uterino
Citodiagnóstico en enfermedades respiratorias
Para el examen citológico de las vías respiratorias se recogen muestras de secreciones nasales, esputo espontáneo o inducido, lavado broncoalveolar, líquido pleural, biopsia por aspiración. Mediante el citodiagnóstico se pueden detectar y estudiar:
Cáncer: Pulmón, Mesotelioma
Procesos inflamatorios: Sarcoidosis, Fibrosis intersticial, Neumoconiosis
Infecciones: Tuberculosis, Pneumocystis, Herpes, Citomegalovirus, Cándida, Aspergillus, Cryptococcus neoformans, Quiste hidatídico
Control de respuesta terapéutica: Asma, Bronquitis eosinofílica.
Comparado con la biopsia la obtención de una muestra para examen citológico es más sencilla, económica y menos invasiva