La videobroncoscopía es un estudio que permite examinar el interior de las vías respiratorias. El estudio consiste en la introducción de un tubo flexible, de 5 a 6 mm de diámetro, a través de la nariz o la boca.
El instrumento, llamado broncoscopio, tiene una fibra óptica y en su extremo una cámara de video que permite al observador visualizar el interior de la tráquea y los bronquios.
También se pueden introducir a través del tubo pequeños elementos (micropinzas, cepillos y agujas) para realizar biopsias, obtener células, inocular sustancias como suero o medicamentos, o extirpar pequeños pólipos.
Asimismo, se pueden realizar procedimientos de cauterización de vasos sangrantes, colocación de agujas radiactivas (braquiterapia) o stents bronquiales para aliviar obstrucciones.
Mediante las agujas se puede, atravesando la pared de los bronquios, punzar ganglios adyacentes, hiliares o mediastinales, y obtener células y tejidos para su análisis.
Preparación
No requiere anestesia general.
Se puede realizar en forma ambulatoria, con anestesia local (spray) o mediante sedoanalgesia.
En caso de ser necesario el apoyo anestésico el paciente puede regresar a su domicilio después de una o dos horas de recuperación.
Indicaciones
- Expectoración con sangre
- Tos crónica
- Enfermedades infecciosas: neumonía grave o que no responde al tratamiento, sospecha de infecciones no diagnosticadas por métodos más sencillos
- Sospecha de obstrucción de tráquea o bronquios (tumores, cuerpos extraños)
- Remoción de cuerpos extraños
- Diagnóstico de enfermedades intersticiales
- Estudio de nódulos o masas pulmonares (benignos, malignos)
- Procedimientos terapéuticos (láser, radioterapia, colocación de prótesis para mantener permeable la vía aérea (stents), etc.)