Para que una partícula alcance los pulmones debe primero pasar por la tráquea, los bronquios y los alvéolos. El organismo tiene mecanismos de defensa que intentan evitar el paso de las partículas, aunque existen algunas tan pequeñas que logran sobrepasar estas barreras hasta quedar atrapadas en el tejido pulmonar.
Características de las partículas
- Visibles a simple vista 50 micras de diámetro (1 centímetro = 10.000 micras)
- Visibles a través de un rayo de luz (luz del sol a través de una ventana)
- Visibles con microscopio respirables < 10 micras
> 5 micras habitualmente no permanecen en el aire lo suficiente como para ser inhaladas o se eliminan rápidamente.
1 a 5 micras se depositen en la tráquea y en los bronquios
0.01 a 1 micra alcanzan los bronquiolos y los alvéolos
Mecanismos de defensa
Vello de la nariz funciona como un filtro para las grandes partículas. Al respirar por la boca este mecanismo de defensa queda anulado.
Reflejo de la tos expele partículas de la traquea y los bronquios principales.
Moco producido por las células epiteliales de la vía aérea, atrapa las partículas.
Células ciliadas, poseen pequeños pelitos que arrastran el moco hacia la garganta desde donde se facilita su eliminación mediante la expectoración.
Macrófagos alveolares, células cuya función es destruir bacterias y virus y contribuir a la eliminación de materiales extraños
Los pulmones se encuentran permanentemente expuestos a contaminantes aéreos.
En condiciones ambientales habituales los mecanismos de defensa de las personas sanas son suficientes para mantener los pulmones libres de las consecuencias de estos irritantes.
En pacientes con enfermedades respiratorias o cuando la exposición es prolongada o reiterada esta capacidad se ve sobrepasada y los contaminantes se acumulan contribuyendo al desarrollo o agravamiento de enfermedades pulmonares.