Según revela un estudio recientemente publicado en la revista científica Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention (Epidemiología del cancer, biomarcadores y prevención) muchas personas continúan fumando después de su diagnóstico.
Más precisamente, en Estados Unidos, el 9,3% de las personas que han sobrevivido a un cáncer continúan fumando regularmente una década después del diagnóstico.
El estudio, llevado a cabo por la Sociedad Americana del Cáncer, incluyó casi 3.000 pacientes, que se habían recuperado de distintos tipos de cáncer. El 14.9% de los pacientes que habían tenido un cáncer de pulmón, aun fumaban; lo mismo se observó en el 17.2% de aquellos con cáncer de vejiga, un tipo de tumor fuertemente ligado al tabaquismo.
El consumo de tabaco en estos pacientes se relacionó con la juventud, el consumo de al alcohol, y el más bajo estándar de vida.
Algunas personas creen que si ya han padecido un cáncer esto no volverá a suceder. Pero, además de favorecer el desarrollo de nuevos tipos de cáncer, fumar cigarrillos se asocia con disminución de la supervivencia y aumento de la probabilidad de recurrencia