La coagulación sanguínea es un proceso fisiológico cuyo objetivo es evitar hemorragias pero, en determinadas circunstancias, puede suceder que se formen coágulos en exceso que obstruyen la circulación sanguínea.

La trombosis venosa profunda es la formación de coágulos en las venas profundas de las piernas.

Factores de riesgo de formación de coágulos

• Reposo prolongado en cama
• Fracturas de los huesos de las piernas o pelvis
• Cáncer
• Embarazo o nacimiento de un hijo en los seis meses previos
• Obesidad
• Cirugía reciente de cadera, rodilla, pelvis o próstata
• Insuficiencia cardiaca
• Maniobras invasivas de diagnóstico o tratamiento (cateterismo)
• Enfermedades autoinmunes (síndrome antifosfolipídico)
• Tabaquismo
• Enfermedades propias del sistema de la coagulación
• Utilización de anticonceptivos hormonales o estrógenos.

 ¿Cómo se manifiesta?  

Localmente, es decir a nivel de la vena donde se formó el coágulo puede haber enrojecimiento de la piel, dolor, piel caliente al tacto, hinchazón (edema)

También puede haber complicaciones a distancia como consecuencia de la ruptura del coágulo con formación de un émbolo. Este émbolo viaja a través del torrente sanguíneo hacia otras partes del cuerpo causando, por ejemplo, tromboembolismo pulmonar.