En los últimos 20 años las investigaciones han contribuido a la prolongar el tiempo y calidad de la sobrevida de los pacientes con fibrosis quística. No obstante la eficacia del tratamiento depende, en gran medida, de la constancia y disciplina del paciente para cumplir con un régimen de revisiones y controles periódicos.
La frecuencia de los controles médicos dependerá de la condición clínica del paciente y su edad. En general se recomienda una visita cada 3 meses y, anualmente el paciente debería ser examinado por el equipo de asistencia multidisciplinaria que contempla los numerosos órganos y funciones afectadas por la fibrosis quística.
Periodicidad
Algunas de las siguientes pruebas se realizan con una frecuencia anual, otras a intervalos menores, según la edad y el estado del paciente:
Análisis del esputo
Detecta infecciones, se hace en cada visita y en las exacerbaciones respiratorias.
Pruebas respiratorias
La espirometría sirve para controlar la evolución del compromiso pulmonar, diagnosticar exacerbaciones y medir su gravedad, y establecer la indicación de transplante. Se realiza cada tres meses.
Las pruebas de función respiratoria (espirometría forzada, difusión de monóxido de carbono [DLCO]) se solicitan una vez al año.
Imágenes
En pacientes estables se puede realizar una Rx cada 2-3 años. También se solicita Rx de tórax o tomografía computada, a criterio clínico, en caso de signos o síntomas de infección, disminución de la función pulmonar o agudizaciones de la signo sintomatología respiratoria.
Oximetría
Se realizan cada tres meses
Exámenes de sangre de rutina
Se solicitan anualmente
Pruebas de hiperreactividad bronquial:
Test de respuesta a los broncodilatadores, las pruebas de broncoprovocación con ejercicio o fármacos se realizan más raramente.
En caso de aparición de nuevos síntomas respiratorios o exacerbación de los preexistentes es necesario que el paciente acuda médico en una visita no programada.
|