El Ébola es una enfermedad causada por un virus. Apareció por primera vez en Sudán y de la República Democrática del Congo. Debe su nombre a que, el primer brote, en el año 1976, se produjo en una aldea a orillas del río Ébola.
El brote actual comenzó en el año 2013 y, por primera vez en la historia, en África Occidental y rápidamente se expandió a Liberia, Sierra Leona, Guinea y Nigeria. Pero también hay enfermos en Senegal, en tanto Estados Unidos y España hacen frente a los primeros casos en su propio territorio.
La ONG Médicos sin Fronteras considera la infección por virus de Ébola como una enfermedad fuera de control.
¿Cómo de adquiere?
Se considera que los huéspedes naturales del virus son los murciélagos.
Los humanos se contagian por contacto con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas o animales infectados o por contacto indirecto con materiales contaminados.
En África se han documentado casos relacionados con la manipulación de especies de monos, murciélagos, antílopes y puercoespines infectados. Un punto clave sobre el cual hacen hincapié los epidemiólogos es la necesidad de adaptar los rituales relacionados con la muerte para evitar la propagacion ya que es en el periodo justo antes y después de la muerte cuando la persona tiene más virus.
El virus puede entrar al cuerpo a través de la piel abierta o de membranas mucosas no protegidas en, por ejemplo, los ojos, la nariz o la boca.
El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días. Los pacientes contagian mientras el virus esté presente en la sangre y las secreciones
¿Como se manifiesta clínicamente?
Fundamentalmente, el virus del Ébola produce una inflamación de las células de los vasos sanguíneos (endotelitis) que causa hemorragias que afectan en particular al aparato gastrointestinal. Ello le valido el nombre de fiebre hemorrágica del Ébola.
Entre los síntomas se distinguen:
- Fiebre de aparición súbita
- Dolor de cabeza intenso
- Debilidad y dolores musculares, de cabeza y de garganta
- Vómitos y diarrea
- Erupción cutánea
- Alteraciones de la función renal y hepática
- Hemorragias internas y externas
La recuperación del paciente depende de su respuesta inmunitaria, pero se trata de una enfermedad muy grave con una tasa de mortalidad muy alta, entre un 50 y 90%. Según la OMS, entre 1976 y 2012 se documentaron 1850 casos de Ébola, de los cuales más de 1200 han sido mortales. En lo que va de 2014 y hasta el día 5 de octubre se han registrado 7.470 infecciones y 3.431 muertes.
Las personas que se recuperan de la infección por el virus del Ébola producen anticuerpos que confieren inmunidad por periodos de 10 años.
¿Cómo se diagnostica?
La infección por el virus del Ébola se diagnostica definitivamente mediante la sospecha epidemiológica y clínica, y se confirma por pruebas de laboratorio:
En Argentina, el Instituto Malbrán ha desarrollado un método que permite diagnosticar o descartar la infección por virus del Ébola en menos de 24 horas.
A partir de material genético viral enviado desde un centro de referencia de la Organización Mundial de la Salud se logró diseñar un 'primer' o cebador que permite multiplicar el genoma del virus, cuando éste se encuentra en muestras de sangre u otros fluidos (orina, semen, heces, saliva, vómito etc.)
Argentina es el primer país latinoamericano en contar con un método de detección de virus Ébola
Tratamiento
El Ébola es una enfermedad para la que aún no existe un tratamiento efectivo. La atención de los pacientes consiste en compensar la pérdida de líquidos mediante rehidratación por vía intravenosa u oral. Tampoco hay vacuna contra la enfermedad.
La OMS está evaluando recurrir a una terapia que se usa desde mediados del siglo pasado en la Argentina para combatir la “fiebre hemorrágica Argentina” o “mal de los rastrojos”(*). Este tratamiento consiste en obtener plasma extraído de sobrevivientes que contenga los anticuerpos contra el virus y concentrarlo de modo de lograr un plasma hiperinmune. Esos concentrados se le administran a los aquellos que recientemente han contraído la enfermedad y permiten bloquear la acción del virus.
(*) La fiebre hemorrágica argentina fue descripta por el Dr. Rodolfo Arribalzaga en Junín y Chacabuco a mediados de la década de 1950, quien bautizó al agente causal como virus Junín. Alrededor de 1965 se demostró la eficacia de la vacuna [Candid I] que se fabrica en el país y es la única en el mundo contra un tipo de fiebre hemorrágica endémica local.
Recomendaciones del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades
Personas que se encuentran en un área afectada por un brote de Ébola, o van a viajar a alguna:
Practique cuidadosamente una buena higiene.
Evite el contacto con sangre o líquidos corporales.
No toque objetos que pueden haber estado en contacto con sangre o líquidos corporales de una persona infectada.
Evite el contacto con murciélagos y monos, o con sangre, líquidos corporales o carne cruda de esos animales.
Evite ir a hospitales donde reciben tratamiento pacientes con la enfermedad del Ébola. La embajada o consulado de los EE. UU. proporciona información sobre esos establecimientos.
Después de su regreso, vigile su salud por 21 días y busque atención médica inmediatamente si aparecen los síntomas.
Trabajadores del sector de la salud
Use ropa protectora incluidas máscaras, guantes, ropa y lentes.
Practique medidas adecuadas de control de infecciones y esterilización.
Aísle a los pacientes con la enfermedad del Ébola de otros pacientes.
Evite el contacto directo con los cuerpos de personas que han muerto por la enfermedad del Ébola y los rituales de sepultura y costumbres funerarias que requieren tocar el cuerpo de alguien que haya muerto por la enfermedad
Notifique a los funcionarios de salud si usted ha tenido contacto directo con la sangre o los líquidos corporales de la persona enferma con el Ébola.