La termoplastia bronquial consiste en la liberación de energía de radiofrecuencia en la vía aérea; es una modalidad de tratamiento indicada en asma moderada a grave mal controlada con la terapia farmacológica máxima.
Se proponen varios mecanismos de acción para explicar sus beneficios. Uno de ellos es la disminución del músculo liso de la vía aérea; también se sugiere que podría tratarse de una reducción de su contractilidad o aumento de rigidez de la pared; o una disminución de mediadores proinflamatorios y; hasta un efecto placebo. Tres ensayos clínicos aleatorizados, controlados (Cox, et al. NEJM 2007; Pavord, et al. AJRCCM 2007; Castro, et al. AJRCCM 2010) y una revisión sistemática con metaanálisis (Wu, et al,.J Int Med Res 2011), aportan evidencias de una mejoría modesta de la calidad de vida con disminución clínicamente importante de las exacerbaciones graves y las consultas en emergencias en el año siguiente al procedimiento. También se sugiere que los beneficios podrían extenderse por cinco años. No obstante, no se observaron cambios relevantes en la respuesta de la vía aérea ni el FEV1.
Como se señaló más arriba, la termoplastia bronquial está aprobada en Estados Unidos para tratar el asma grave persistente en pacientes ≥18 años de edad cuya enfermedad no pudiera controlarse con corticoides inhalados de acción prolongada y agonistas B de acción prolongada. En la Unión Europea puede prescribirse a pacientes mayores de 18 años. Los lineamientos GINA consideran la termplastia bronquial como una opción, en algunos países, para tratar pacientes con asma mal controlada a pesar del tratamiento máximo supervisado por un especialista en asma. Sin embargo, éstos no son los únicos requisitos ya que para su prescripción se deben tener presentes criterios de selección de pacientes (Tabla 1), contraindicaciones (Tabla 2) y motivos que justifican posponer el estudio (Tabla 3) (Boston Scientific. Alair Bronchial Thermoplasty System). Los autores recomiendan comunicar por escrito los riesgos y beneficios del procedimiento, y obtener un consentimiento informado.
El esquema terapéutico consiste en tres sesiones de aplicación de radiofrecuencia mediante un catéter introducido en un bronquio grande a mediano. Previamente a cada sesión se realiza una espirometría con medición del FEV1 posbroncodilatador para evaluar estabilidad. Cada vez el paciente debe recibir, antes y después de la intervención, prednisolona o equivalente para controlar la inflamación. La intervención se realiza con un broncoscopio flexible bajo sedacion consciente y requiere un intenso entrenamiento coordinado de los profesionales que lo llevan a cabo.
Después de la intervención, durante la recuperación se monitorean signos vitales, sonidos respiratorios, espirometría (FEV1 posbroncodilatador ≥ 80% del valor previo al estudio). El alta requiere de estabilidad clínica, con función pulmonar adecuada, recuperación de la conciencia y de la capacidad para ingerir líquidos. La termoplastia bronquial no es un tratamiento inocuo y provoca, a corto plazo, aumento de la morbilidad por asma (internaciones), fiebre, hemoptisis, tos, despertares nocturnos, molestias torácicas. Sin embargo, a largo plazo, se la considera como un tratamiento seguro.
Los autores señalan que un punto clave sobre el cual aún no existen datos fehacientes es la posibilidad de predecir la respuesta terapéutica y la eficacia y seguridad de reiterar el procedimiento en áreas previamente tratadas.
Tabla 1: Termoplastia bronquial: criterios de selección de pacientes
≥ 4 Infecciones respiratorias bajas ≥ 4 Pulsos orales de corticoides por exacerbación de asma ≥ 3 Internaciones por síntomas respiratorios
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Tabla 2: Termoplastia bronquial: Contraindicaciones
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Tabla 3: Termoplastia bronquial: Condicionantes de demoras en el estudio
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Acceso libre al articulo original
Stephen Bicknell,Rekha Chaudhuri, Neil C. Thomson. How to: Bronchial thermoplasty in asthma. Breathe, 2014;10(1):49-59