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Agenda Científica

Calendario eventos científicos 2025

Pulmonary Vascular Research Institute PVRI

29 Enero

Rio de Janeiro, Brasil

 

International Conference on Lung Cancer ICLC

Enero 28-29

New York, Estados Unidos

 

International Conference on Pulmonary and Respiratory Medicine ICPRM

Enero 25-26

Paris, Francia

 

22nd Annual Winter Lung Cancer Conference®

Enero 31-Febrero 2

Florida, Estados Unidos

 

XV World Congress on Asthma, COPD & Respiratory Allergy.

3-6 Febrero

Dubai, UAE

 

International Conference on Pulmonary and Respiratory Medicine ICPRM

Febrero 8-9

Amsterdam, Países Bajos

 

World Allergy Congress (WAC) 2025 en colaboración con el American

Academy of Allergy, Asthma and Immunology (AAAAI)

28 Febrero - 3 Marzo

San Diego, California, Estados Unidos

 

Publicaciones FAT


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Si bien su eficacia como recurso para dejar de fumar está fuertemente cuestionada el cigarrillo electrónico encabeza la lista de productos que “modifican el riesgo del tabaquismo”.

Tres Servicios Nacionales de Salud del Reino Unido con consultorios para dejar de fumar, participaron de un estudio pragmático, no cegado, aleatorizado, controlado. Se reclutaron 886 personas de ambos sexos (mujeres que no estuvieran embarazadas ni amamantando).

Son numerosas las controversias que rodean al cigarrillo electrónico ¿alienta o desalienta el tabaquismo? ¿debería regularse su uso? ¿es un producto relacionado con el tabaco o un  medicamento que contribuye a abandonar el hábito?. Según señala Victoria Berridge en su artículo, este tema debe comprenderse en el contexto histórico que relaciona a la salud pública contra el tabaquismo cuyos dos hitos datan de 1950 y 1970.

El cigarrillo electrónico se inventó en China en el año 2000 y se patentó en Estados Unidos bajo el número de referencia 8,490,628 B2 como “un cigarrillo de atomización electrónica que funciona como reemplazo para dejar de fumar y como sustituto de los sustitutos de los cigarrillos”. Desde entonces se los ha promocionado como alternativas saludables al tabaquismo aún antes de contar con evidencias suficientes acerca de su eficacia y seguridad.

Existen evidencias de una asociación entre fumar cannabis y síntomas de bronquitis crónica tales como tos crónica y producción de esputo, también se han comunicado sibilancias y disnea. También el uso de cannabis se asocia a episodios agudos de bronquitis. Estudios de videobroncoscopía y anatomía patológica han observado daños en el epitelio de la gran vía aérea de fumadores de cannabis (ver Tabla 1).

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