Los productos del tabaco son responsables de consecuencias devastadores para la salud y muertes. Paso a paso la FDA avanza con regulaciones de estos productos, y analiza la influencia sobre poblaciones diversas.
Las políticas de comercialización del tabaco, la dependencia, la suspensión del hábito de fumar y las consecuencias del tabaquismo sobre la salud, difieren según el sexo biológico (masculino o femenino) y la construcción social del género que no siempre se corresponde con el sexo asignado al nacer (identidad no binaria). (Los autores de este trabajo mencionan como mujeres a las personas de sexo femenino y a aquellas cuyas conductas y vestimenta se corresponden con las que la sociedad considera propias de un comportamiento femenino).
Las evidencias indican que las mujeres constituyen el blanco de estrategias publicitarias diferenciadas, desarrollan dependencia más rápidamente y tienen más dificultad para dejar de fumar y mantener la abstinencia. También las motivaciones para fumar son distintas, los hombres lo hacen por el estímulo de la nicotina, en tanto las mujeres fuman para controlar el estrés, el estado de ánimo y evitar el aumento de peso, son menos sensibles a los cambios en la concentración de nicotina y, el impacto negativo en su salud es mayor. A pesar de esta larga lista, la influencia del sexo y el género sobre el consumo de tabaco y sus efectos es poco considerada, a excepción de los aspectos reproductivos.
Regulaciones
Los autores centran su informe “viewpoint” en las regulaciones de la FDA, en particular en la importancia de apreciar la heterogeneidad de la población general y las subpoblaciones y las diferencias clínicamente significativas de los efectos del tabaco sobre la salud.
A modo de ejemplo mencionan los esfuerzos políticos para restringir la disponibilidad de mentol y otros saborizantes en los productos de tabaco, con el objetivo de disminuir la iniciación y continuidad del tabaquismo al reducir su atractivo. Históricamente, las campañas de publicidad dirigidas a las mujeres se han basado en productos aromatizados y saborizados (mentolados), habiéndose comprobado que valoran la elección del sabor más que los hombres. Estas estrategias aplican, también, a personas de raza negra y jóvenes.
Reducir la concentración de nicotina tiene como objetivo disminuir el tabaquismo y facilitar el abandono al reducir la concentración a niveles lo insuficientes para mantener la dependencia. Estudios de laboratorio que evalúan la respuesta al tabaco y la terapia de reemplazo de nicotina demostraron diferencias entre mujeres y hombres. Las mujeres son menos capaces de diferenciar entre distintos niveles de nicotina.
Los autores consideran que la FDA tiene dos oportunidades para avanzar en la salud pública en relación a las políticas de regulación del tabaco. En primer lugar, se refieren a la necesidad de comunicar explícitamente las políticas de restricción del mentol y, la susceptibilidad diferenciada del sexo y el género en el consumo de tabaco mentolado y su impacto sobre la salud. Paralelamente recomiendan implementar medidas preventivas específicas para evitar cambiar de mentol a otros saborizantes. En segundo lugar, la FDA podría identificar y abordar aspectos poco conocidos sobre sexo y género y aplicarlos a la reglamentación de la reducción del contenido de nicotina a niveles óptimos (exposición prolongada, relación entre reducción de nicotina por sexo y género y datos de laboratorio, facilitación de la cesación). Además, se deberían incluir acciones educativas de la comunidad
Un aspecto que no debe descuidarse son las estrategias de la industria tabacalera para reenfocar el marketing de productos no mentolados y/o con nicotina reducida con el objetivo de seguir reclutando fumadores.
Conclusión
Los autores señalan que, la FDA debería considerar cómo los productos de tabaco pueden afectar diferencialmente a grupos identificados por sexo o género. Tales esfuerzos agregarían precisión tanto a las políticas regulatorias relacionadas con los productos del tabaco y contribuirían a la prevención del tabaquismo. Instan a las autoridades, además, a extender las investigaciones a los cigarrillos electrónicos, el tabaco sin humo, y otros productos con nuevos sabores, formulaciones de nicotina y otros constituyentes que afecten el atractivo.
Acceso libre al articulo original
Danielle R.Davis, Krishnan-Sarin, Carolyn M. Mazure. Considerations of Sex and Gender in FDA Tobacco Regulation. JAMA 2023; 329(23): 2017-2018 doi:10.1001/jama.2023.6803