La tomografía computada convencional usada para el seguimiento de nódulos pulmonares expone al paciente a una dosis de 8 mSv, considerada un factor de riesgo independiente de cáncer de pulmón. Recientemente se ha desarrollado la tomografía computada con bajas dosis de radiación (LDCT por su sigla en inglés) que aplica 2-mSv.
El ensayo clínico The National Lung Cancer Screening Trial (NLST) demostró que los programas de detección sistemática con una LDCT anual disminuyen un 20% la mortalidad por cáncer de pulmón, y un 7% la mortalidad total. Frente a estas evidencias el American College of Chest Physicians y la American Society of Clinical Oncology recomendaron realizar una LDCT anual a pacientes entre 55 y 74 años de edad, que actualmente o hace menos de 15 años fumaran por lo menos 30 paquetes-años o más. Esta recomendación planteó algunas dudas relacionadas con la seguridad de la exposición reiterada a las radiaciones.
Al respecto, Mc Cunney y colaboradores evaluaron la exposición acumulativa a radiaciones en periodos de 20 a 30 años surgida de la LDCT anual y el seguimiento con tomografía computada (TC) convencional según los lineamientos de Fleishner para nódulos calcificados entre 4 y 8 mm. Estos resultados se compararon los de estudios de cohorte en trabajadores de la industria nuclear y sobrevivientes de bombas atómicas.
Se adoptó un rango de 25 a 50% de incidencia y prevalencia de nódulos identificados en programas de detección sistemática con LDCT. El hallazgo de un nódulo ≥ 4mm en la LDCT (2 mSv) requiere tres TC antes de definirlo como benigno lo cual significa una exposición adicional de 24 mSV. En un individuo de 55 años, la detección de un nódulo cada 4 años significaría una dosis acumulativa de radiación de 280 mSv al cabo de 20 años y, la identificación de una lesión nodular cada dos años implicaría una acumulación de 420 mSv al cabo de 30 años. Estas dosis superan en mucho a las halladas en estudios epidemiológicos en 400.000 trabajadores de la industria nuclear en 15 países, cuya dosis acumulativa promedio fue de 19.4 mSv. También la exposición de los participantes en programas de detección sistemática de cáncer de pulmón superó el promedio de 40 mSv hallado en sobrevivientes a la exposición aguda a las radiaciones de bombas atómicas seguidos durante 50 años.
Comentarios finales y conclusión
Se deduce de estos resultados que la participación a largo plazo en programas de detección sistemática de cáncer de pulmón se asocia a una acumulación sustancial de dosis de radiación al cabo de 20 a 30 años. No obstante los autores señalan que el riesgo de cáncer de pulmón asociado a radiación difiere en función del tipo de radiación y otros factores propios del individuo, variables que limitan la emisión de conclusiones definitivas. Agregan que el riesgo individual de desarrollar un cáncer de pulmón por exposición a la radiación es de apenas un 0.2 a 1% en comparación con el 16% en fumadores. No obstante, los autores concluyen que extender los protocolos actuales de detección sistemática de cáncer de pulmón durante periodos de 20 a 30 años podría incrementar, en poblaciones de riesgo, el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón, independientemente del tabaquismo.
Acceso al resumen
Robert J. McCunney; and Jessica Li. Radiation Risks in Lung Cancer Screening Programs. A Comparison With Nuclear Industry Workers and Atomic Bomb Survivors. CHEST 2014; 145(3):618–624