Hasta el momento, sólo una parte de los pacientes con EPOC se beneficia de los tratamientos disponibles. En su revisión, los autores analizan los aspectos positivos y negativos de usar biomarcadores dinámicos basados en una atención médica personalizada (Personalized Health Care -PHC) para seleccionar los participantes de los ensayos clínicos en los que se analizan eficacia y seguridad de nuevos medicamentos para tratar la EPOC.
Su hipótesis de trabajo sostiene que una combinación de factores de riesgo genéticos, más la cuantificación de serológica de biomarcadores tisulares y cambios patológicos específicos incrementa las posibilidades de reconocer el valor de los biomarcadores. De este modo podrían facilitarse la selección de pacientes y la identificación de respondedores evitando la exposición de los no respondedores a los efectos adversos de la medicación.
A propósito enumeran varios puntos a te3ner en cuenta:
1º Se considera a la EPOC como una “enfermedad de estilo de vida”, definición particularmente útil en la investigación clínica dado que podría ser un marcador de actividad de la enfermedad.
2º Desde el punto de vista de la patogénesis pueden identificarse como factores precipitantes el tabaquismo y la exposición al humo de combustión de biomasa.
3º Los factores genéticos afectan a una pequeña proporción de pacientes portadores de deficiencia de alfa-1-antitripsina.
4º Los fenotipos de EPOC consisten en una conjunción de parámetros morfológicos y clínicos. Hasta el momento se han identificado los exacerbadores frecuentes, el síndrome de superposición asma-EPOC, insuflación enfisematosa. Sin embargo, advierten que persisten diferencias en entre la gravedad y actividad de la enfermedad justifican la necesidad de contar con biomarcadores que reflejen actividad y contribuyan a definir nuevos fenotipos. Hasta el momento, según resultados del ensayo clínico ECLIPSE, únicamente el nivel inicial de la proteína secretoria de la célula clara (club-cell secretory protein-16, CC-16) tiene valor de predicción de deterioro rápido del FEV1.
Biomarcadores
La EPOC se considera una enfermedad caracterizada por un proceso descontrolado de daño-reparación con inflamación crónica. El daño crónico determina transdiferenciación de las células epiteliales a miofibroblastos productores de proteínas de la matriz extracelular (extra-cellular matrix- ECM), en especial colágeno y proteoglicanos, y metaloproteinasas de la matriz (matrix metalloproteinases (MMPs) que alteran la estructura, integridad y elasticidad pulmonar. Los autores consideran que los productos de degradación de estas proteínas podrían constituirse en biomarcadores. De hecho, ciertas proteínas ECM se hallan sobre reguladas en los pacientes con EPOC.
Al respecto señalan que, los biomarcadores de remodelamiento del tejido conectivo permiten detectar subgrupos de pacientes con enfermedad activa candidatos a intervención farmacológica. Además, tienen la ventaja de que los cambios en su concentración sérica en respuesta a un determinado tratamiento podrían observarse antes que se hicieran evidentes las modificaciones clínicas. Otro punto a favor sería la combinación de biomarcadores con marcadores genéticos lo cual haría posible identificar poblaciones de muy alto riesgo.
Conclusión
Este modelo de atención médica personalizada orientaría la selección de pacientes contribuyendo así a la fase clínica del desarrollo de nuevos medicamentos.
Acceso al resumen
Morten A Karsdal, Anne-Christine Bay-Jensen, Simon Read, et al. Clinical drug development using dynamic biomarkers to enable personalized health care in Chronic Obstructive Pulmonary Disease. CHEST, 2015 doi: 10.1378/chest.15-0296.