Existen evidencias de la participación de la inflamación en la fisiopatogenia de la EPOC; la que sería desencadenada como respuesta a la inhalación de ciertas partículas y gases, humo del cigarrillo, etc. Esta reacción inflamatoria también se presenta a nivel sistémico tal y como lo atestigua el aumento de los niveles circulantes de citocinas inflamatorias, proteínas de fase aguda y células inflamatorias.
Thomsen y colaboradores sugieren que existiría una relación entre esta reacción inflamatoria sistémica y el desarrollo de comorbilidades en pacientes con EPOC. Para probarlo analizaron tres biomarcadores: la proteína C-reactiva (CRP por sus siglas en inglés), el fibrinógeno y el recuento leucocitario.
La investigación, prospectiva, incluyó 8656 pacientes con EPOC, participantes de dos importantes estudios de población; el seguimiento se extendió durante cinco años, periodo en el cual se registraron datos de admisión hospitalaria. El umbral para los biomarcadores se estableció en CRP 3mg/l, fibrinógeno 14 mmol/l y recuento leucocitario 9x109/l.
En su intento por establecer un paralelismo entre la inflamación y la comorbilidad hallaron un aumento de 2.19 puntos del riesgo de enfermedad cardiovascular isquémica en los pacientes con niveles elevados de los tres biomarcadores, en comparación con aquellos con valores iguales o inferiores a los umbrales previamente definidos. Los índices de riesgo fueron de 2.32 para el infarto de miocardio y 2.63 para la insuficiencia cardiaca. También se halló relación con otras enfermedades con índices de riesgo de 3.54 para la diabetes; y de 2.71 para la neumonía. El riesgo de cáncer de pulmón aumentó cuatro veces.
Un dato más que importante es que estos resultados fueron independientes del hábito de fumar. En cambio, no hubo evidencias de asociación entre estos tres marcadores y otras entidades como la fractura de cadera, depresión y embolia pulmonar.
Conclusión
Los autores concluyen que el incremento simultáneo de los valores de CRP, fibrinógeno y el recuento leucocitario en pacientes con EPOC se asocia a un aumento de dos a cuatro veces del riesgo de comorbilidad. En este contexto consideran que estos biomarcadores podrían, juntamente con el examen clínico y la evaluación de los factores de riesgo clásicos, constituir una herramienta útil para estratificar el riesgo de comorbilidad y desarrollar estrategias de prevención y diagnóstico temprano.
En particular destacan la importancia del monitoreo del riesgo de alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono ya que se trata de una circunstancia prevenible, y de detección del cáncer de pulmón en estadios iniciales mediante la tomografía computada ya que de ello depende el pronóstico del paciente.
Acceso al resumen
Mette Thomsen, Morten Dahl, Peter Lange., et al. Inflammatory Biomarkers and Comorbidities in Chronic Obstructive Pulmonary Disease. Am Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, 2012; 186: 982-988