Se reconoce que las exacerbaciones e internaciones hospitalarias pueden ocurrir en pacientes con grados menores deterioro espirométrico e incluso en personas cuya espirometría es normal pero tienen riesgo de desarrollar EPOC.
El tiempo necesario para recuperarse del evento agudo varía, un 7% de los pacientes no logra recuperar el flujo espiratorio máximo hasta 3 meses después del episodio índice. Estas “exacerbaciones persistentes” se asocian con un aumento de la tasa de deterioro del VEF1 de aproximadamente 11 ml/año. Sin embargo, el efecto promedio de las exacerbaciones en la disminución de la función pulmonar es significativamente menor, al menos entre los pacientes con alteraciones espirométricas moderadas a muy severas.
Los autores de esta carta citan el trabajo de Dransfield y colaboradores -COPDGene – en 2000 participantes, a quienes se realizara una espirometría inicial y otra a los 5 años. Utilizando datos de un cuestionario completado cada 6 meses, identificaron exacerbaciones tratadas médicamente y otras que requirieron hospitalización y relacionaron estos eventos con los cambios en el FEV1 en un periodo de cinco años.
Entre los pacientes GOLD 0 (en riesgo, con función pulmonar normal) o con pérdida de la función pulmonar y FEV1/FVC conservada (PRISm) no se observó correlación entre el número de exacerbaciones y la tasa de disminución del FEV1. En el grupo GOLD 1 (relación < 0.7 y FEV1< 80% predicho post-broncodilatador) por cada exacerbación adicional el FEV1 disminuyó 23 ml/año más rápido. Y, para el pequeño número de pacientes que requirió hospitalización se notó una pérdida adicional de función de 87 ml/año. El impacto de las exacerbaciones fue menor en los subgrupos más deteriorados a pesar del aumento en la frecuencia de eventos.
Comentarios finales y conclusión
Los autores advierten que se debería ser cautelosos y no suponer que los pacientes con las enfermedades leves automáticamente progresarán a enfermedad severa si tienen más exacerbaciones, dado que es posible que aquellos con enfermedad más severa hubieran tenido más eventos antes de ingresar al protocolo de estudio y ahora estuvieran en una etapa donde las exacerbaciones tienen menos impacto en función pulmonar. Para establecer esta hipótesis se necesitan estudios prospectivos iniciados en sujetos GOLD 0 o 1. Los autores concluyen que por el momento no es posible establecer si aquellos con exacerbaciones pierden VEF1 rápidamente o si la pérdida acelerada del VEF1 facilita las exacerbaciones. Afirman, no obstante, que aún con un deterioro espirométrico leve las exacerbaciones identifican pacientes que merecen más atención médica que la que se les ha dado en el pasado
Acceso al resumen
Chronic Obstructive Pulmonary Disease Exacerbations and Lung. Function Decline Mechanism or Marker? AJRCCM, 2017;195(3):278-279