La rehabilitación pulmonar es un tratamiento que se adapta a las necesidades del individuo según el tipo de enfermedad subyacente, comorbilidad, síntomas, tolerancia al ejercicio, capacidad funcional y objetivos del tratamiento (estabilización, mejoría). Sin embargo, sus beneficios decaen con el tiempo. En esta editorial los autores citan el ensayo clinico de Güell y colaboradores, multicéntrico, aleatorio, controlado. Se examinaron 143 pacientes con EPOC moderada severa que participaron de una intervención de mantenimiento durante tres años, después de haberse sometido a un programa de rehabilitación ambulatorio inicial de ocho semanas.
Este programa de mantenimiento redundó en una mejor preservación de los resultados obtenidos en la prueba de distancia caminada en seis minutos, el índice de masa corporal, medición de obstrucción al flujo aéreo, la escala de disnea e índice BODE, en comparación con un grupo control. Esta diferencia a favor del programa de mantenimiento duró únicamente 24 meses.
Comentarios finales y conclusión
Los autores reconocen que este ensayo demostró los beneficios de continuar un programa mantenimiento después de la rehabilitación pulmonar. Especulan que estos beneficios podrían traducirse en aumento sostenido de la actividad física, reducción de las exacerbaciones u hospitalizaciones y hasta una mejor supervivencia. Señalan que los individuos que participan con entusiasmo lograron beneficios sustanciales que se reflejaron en su vida diaria; en contraste, los más reacios tuvieron un menor nivel de respuesta atribuible a escasa participación y cumplimiento. Respecto del cuál sería el mejor programa de rehabilitación, indican que lo ideal es enfocarlo a determinados acontecimientos o problemas tales como agravamiento de la función pulmonar, disminución del nivel de actividad física, episodios de ansiedad o depresión, agravamiento de la debilidad, trastornos nutricionales, exacerbaciones, u otras complicaciones médicas o psicosociales.
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