Durante los últimos años se han hecho cada vez más frecuentes las rutas aéreas de más de 20 horas de vuelo a altitudes que, a menudo, superan los 2400 metros de altura.
Durante estas horas la hipoxia prolongada, aunque moderada, la inmovilidad y la baja presión contribuyen a causar trastornos fisiológicos importantes. Durante el vuelo ocurre una caída gradual de la presión de oxígeno de la cabina, a una altura de 2400 metros se respira un 15% menos de O2 y, en personas sanas la saturación de oxigeno (SpO2) cae, en reposo, a un 89-94%.
Existe un organismo de asistencia por radio para emergencias médicas durante el vuelo que recibe un promedio de 17.000 llamadas anuales; en el periodo comprendido entre 2004 y 2008 el 10 a 12% de estas llamadas fue motivado por enfermedades respiratorias siendo éste el tercer diagnóstico más frecuente.
La Sociedad Británica del Tórax (British Thoracic Society) ha emitido un documento relacionado con las pruebas para diagnosticar si la condición crónica del paciente le permite viajar y con que recaudos.
En opinión de los autores no hay evidencias suficientes para confeccionar una normativa por lo cual en el momento de viajar se aplica un criterio clínico basado en viajes anteriores, evolución de su enfermedad, tiempo transcurrido desde la última exacerbación. Un punto clave es reforzar las indicaciones y técnicas de uso de los medicamentos por vía inhalatoria.
Un caso especial es el de los pacientes que requieren oxigenoterapia. Aquellos cuyas necesidades superan los 4 litros/minuto no deben utilizar medios de transporte aéreo. Quienes tienen requerimientos inferiores deben comunicar esta situación a la línea aérea ya que durante el viaje solo se les permite usar el equipo del avión, los equipos portátiles de los pacientes sólo se pueden usar en tierra.
Finalmente, vale destacar que, en su opinión, el FEV1 y la SpO2 a nivel del mar y en reposo no son útiles para predecir qué personas pueden padecer hipoxemia o complicaciones de su enfermedad durante un viaje aéreo; en cuanto a la prueba de simulación de hipoxia en altura (HAST) aún no están bien establecidos los criterios para su interpretación y sus beneficios.
Acceso al resumen:
Ahmedzai et al. Managing passengers with stable respiratory disease planning air travel: British Thoracic Society recommendations. Thorax 2011; 66: i1-i30