En este protocolo se examinaron la eficacia y seguridad de la implementación de un programa de entrenamiento físico en pacientes con hipertensión pulmonar crónica de distinta etiología y gravedad. El estudio, prospectivo, no aleatorizado, incluyó 183 pacientes con hipertensión pulmonar arterial, por tromboembolismo crónico, por enfermedad respiratoria o cardiopatía izquierda, pertenecientes a distintas categorías de clase funcional (OMS).
Todos participaron del programa de entrenamiento durante tres semanas en el ámbito hospitalario, y lo continuaron luego en el hogar.
Las evaluaciones realizadas en las semanas 3º y 15º revelaron un aumento significativo de la distancia caminada en seis minutos respecto del ingreso (p< 0.001), independientemente de la etiología de la hipertensión pulmonar y la clase funcional.
También mejoraron significativamente las puntuaciones de los ítems de funcionamiento físico (p< 0.001), aspecto emocional (p= 0.005), función social (p= 0.037), salud mental (p= 0.006) y vitalidad (p= 0.002), de la escala Short Form Health Survey (SF-36) de calidad de vida.
Asimismo, aumentaron significativamente el consumo pico de oxigeno, el porcentaje de la captación de oxigeno respecto del valor esperado, y el pulso de oxigeno. Otros de los efectos positivos fueron la disminución significativa de la frecuencia cardiaca y las presiones diastólica y sistólica de la arteria pulmonar en reposo y durante la carga máxima. Se observó, también, una mejoría en la clase funcional de la OMS. Estos beneficios incluyeron a los pacientes con enfermedad grave (clase funcional IV OMS).
Calificaron como no respondedores (mejoría < 5% en la prueba de la caminata de 6’) 26/183 pacientes (14%). Esta falta de respuesta se relacionó con infecciones respiratorias, problemas osteoarticulares que interfirieron con la adherencia al tratamiento y trastornos mentales. En 25 pacientes (13.6%) se registraron infecciones respiratorias, sincope o presíncope durante el periodo de entrenamiento intrahospitalario.
Conclusión
Los autores concluyen que en pacientes con hipertensión pulmonar el ejercicio físico en bajas dosis y con entrenamiento respiratorio es un tratamiento adyuvante muy efectivo, aunque no exento de riesgo y por ende requiere una estrecha vigilancia. Recomiendan ampliar esta línea de investigación para establecer si existe una relación entre el aumento de la capacidad de realizar ejercicio y una mejor calidad de vida.
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Grünig E., Lichtblau M., Ehlken M., Ghofrani H., Reichenberger F., Staehler G., Halank M., Fischer Ch., Seyfarth H., Klose H., Meyer A., Sorichter S., Wilkens H., Rosenkranz S., Opitz Ch., Leuchte H., Karger G., Speich R., and Nagel Ch. Safety and efficacy of exercise training in various forms of pulmonary hypertension. Eur Respir J., 2012 40:84-92