Este ensayo clínico pretende identificar grupos de pacientes con características clínicas y biológicas diferentes y establecer una correlación con la evolución a largo plazo. Se analizaron prospectivamente datos de cinco bases de datos europeas de pacientes adultos ambulatorios con diagnóstico de bronquiectasias confirmado por tomografía computada de alta resolución (TACAR).
Para el análisis de componentes principales (PCA por su sigla en inglés) y de grupo (cluster) se utilizaron datos demográficos, de comorbilidad (Charlson Comorbidity Index) y variables clínicas, radiológicas, funcionales y microbiológicas recogidas durante la fase de estabilidad. La severidad de la bronquiectasia se evaluó con el índice Bronchiectasis Severity Index (BSI) y la escala FACED (VEF1, edad, la infección crónica por Pseudomona, extensión radiológica y disnea). La severidad radiológica se valoró con el Reiff modificado que tabula el número de lóbulos involucrados (língula considerada un lóbulo separado) y el grado de dilatación (rango 1 – 18) también se aplicó el St George’s Respiratory Questionnaire (SGRQ) como una medida de la calidad de vida. El análisis bacteriológico se realizó en muestras de esputo espontáneo, definiéndose infección crónica como el aislamiento de bacterias potencialmente patógenas en cultivo de esputo en dos o más ocasiones, por lo menos 3 meses durante un período de 1 año. Los pacientes que fueron incapaces de proporcionar muestras de esputo debido a la ausencia de tos productiva se clasificaron, a los efectos del estudio, como sin infección crónica.
Se registraron las exacerbaciones (diagnóstico clínica de la exacerbación con prescripción de antibióticos en presencia de uno o más de los siguientes síntomas: aumento de la tos, aumento del volumen de esputo, empeoramiento de la purulencia del esputo de empeoramiento o de la disnea, aumento de fatiga, fiebre y hemoptisis), las hospitalizaciones por exacerbación grave (lineamientos British Thoracic Society) y la mortalidad por todas las causas durante un periodo de 3 años.
Ingresaron al protocolo 1145 pacientes (edad promedio 66 años; 40% varones).
Se clasificó la población examinada en cuatro grupos:
Grupo 1 “infección crónica con Pseudomona aeruginosa u otros patógenos y expectoración diaria” (16%). Todos tenían infección crónica por P. aeruginosa. Comparados con los otros grupos, estos pacientes presentaron enfermedad más grave; con patrones radiológicos más severos; y marcadores inflamatorios más altos. También tuvieron el más bajo estado funcional, el mayor número de exacerbaciones y hospitalizaciones y la peor calidad de vida al inicio del estudio. También presentaron la tasa más alta de mortalidad a tres años.
Grupo 2 “otra infección crónica” (24%). Infección con patógenos distintos de P. aeruginosa.
Grupo 3 “producción diaria de esputo” (33%). Ningún paciente en este grupo tenía infección crónica, pero casi todos tenían esputo diario y una proporción ligeramente mayor eran fumadores o ex fumadores.
Los individuos de los dos grupos anteriores tenían niveles moderados de inflamación sistémica y severidad de la enfermedad; 20 de ellos experimentaron por lo menos una hospitalización al año.
Grupo 4 "bronquiectasia seca” (27%). Estos pacientes tuvieron menor gravedad de la enfermedad y de deterioro radiológico y de la función pulmonar, y el nivel más bajo de marcadores inflamatorios. Ninguno tenía infección crónica ni producción diaria de esputo.
Se logró establecer la etiología de las bronquiectasias en 66% de los pacientes; a excepción de las idiopáticas, las tres más frecuentes fueron post-infecciosas (26%); relacionados con EPOC (11%) y con enfermedad del tejido conectivo (8%), sin diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. En contraste, se comunica una diferencia significativa en relación al tratamiento con antibióticos a largo plazo, incluyendo macrólidos y antibióticos por vía inhalatoria. Más de 50% de los pacientes en el grupo 1 y un tercio de los pacientes en los grupos 2 y 3 recibieron macrólidos; más de un tercio de los pacientes en el grupo 1 estaban en tratamiento con antibióticos inhalados.
Los grupos se validaron externamente en una cohorte de pacientes con bronquiectasias; n= 30 se incluyeron en cada uno de los cuatro brazos de fenotipo identificado, investigándose, también, marcadores inflamatorios en el esputo. En esta población, la actividad de la elastasa de los neutrófilos libres y la mieloperoxidasa y los niveles de interleucinain-1β en esputo fueron significativamente superiores en los grupos 1 y 2.
Conclusión
Los autores concluyen que la presencia de P. aeruginosa u otros patógenos y la producción diaria de esputo son los principales determinantes de identificación de cuatro fenotipos clínicos de bronquiectasia, con diferencias en términos de biomarcadores de inflamación en el esputo, calidad de vida y los resultados clínicos a largo plazo. Conocerlos podría favorecer el desarrollo de tratamientos y estudios de intervención diseñados para alterar la historia natural de la enfermedad.
Acceso al resumen
Stefano Aliberti, Sara Lonni, Simone Dore., et al. Clinical phenotypes in adult patients with bronchiectasis. Eur Respir J 2016; 47: 1113–1122