La comunidad espera los resultados de ensayos clínicos aleatorizados, controlados, relacionados con el uso de cloroquina e hidroxicloroquina para el tratamiento del COVID-19, solos o en combinación con azitromicina, alentados por sus propiedades antivirales e inmunomoduladoras. Un aspecto muy importante de estos fármacos es la seguridad asociada con toxicidad cardíaca (prolongación del intervalo QTc; torsade de pointes, taquicardia o fibrilación ventricular)
Los autores de este editorial citan el estudio de Mandeep Mehra y colaboradores (Lancet, Mayo 2020), observacional, que analiza los efectos de cloroquina e hidroxicloroquina, con o sin macrólidos, en pacientes positivos para coronavirus. Se examinaron datos de 96.032 pacientes hospitalizados (edad promedio 53,8 años; 46,3% mujeres) por síndrome respiratorio agudo severo por COVID-19. La información se extrajo de un registro internacional que incluye 671 hospitales en seis continentes. Recibieron cloroquina (n= 1868), hidroxicloroquina (n= 3016), cloroquina con un macrólido (n= 3783) o hidroxicloroquina con un macrólido (n= 6221) en las primeras 48 hs a partir del diagnóstico de COVID-19. Los resultados se compararon con los de 81.144 controles que no recibieron estos medicamentos.
Se observó un aumento significativo del riesgo de mortalidad hospitalaria con los cuatro regímenes de tratamiento en comparación con el grupo control. El mayor riesgo de mortalidad hospitalaria fue similar en ambos sexos. La incidencia de arritmias ventriculares varió de 4,3% a 8,1% en pacientes tratados con un cloroquina o hidroxicloroquina (con o sin macrólidos) en comparación con 0,3% en el control grupo (p < 0,0001). Los resultados no se modificaron aún después de incorporar numerosas variables de confusión (edad, sexo, etnia, comorbilidades, otros medicamentos, y gravedad de COVID-19)
Comentarios
Los autores de esta editorial consideran que a pesar de su naturaleza observacional, este estudio proporciona resultados comparables a los de un ensayo clinico bien diseñado y controlado sobre los efectos de la cloroquina e hidroxicloroquina, con o sin macrólido, en una muestra muy grande de pacientes hospitalizados con COVID-19. Señalan que los hallazgos ponen en evidencia la ausencia de beneficio de los mencionados tratamientos y hasta sugieren que podrían ser perjudiciales. Al respecto aclaran que no puede atribuirse el mayor riesgo de muertes en el hospital a la mayor incidencia de arritmias ventriculares inducidas por fármacos, dado que no se analizó la relación entre mortalidad y taquicardia ventricular ni entre muertes por arritmia o por otras causas. Además, el número de muertes en los grupos de tratamiento fue muy superior al de pacientes con arritmias ventriculares. Una hipótesis que queda por analizar es el rol del bloqueo que la cloroquina, hidroxicloroquina y azitromicina bloquean los canales de sodio lo cual podría contribuir a la proarritmia y la insuficiencia cardíaca en un contexto de lesión miocárdica e hipoxia presentes en las infecciones por COVID-19.
Conclusión
Los autores concluyen que el estudio de Mehra y colaboradores suma información a datos previos que sugieran que los regímenes de cloroquina o hidroxicloroquina, solos o con azitromicina, no son útiles y hasta podrían ser perjudiciales en pacientes hospitalizados con COVID-19.
Acceso al articulo completo
Chloroquine or hydroxychloroquine for COVID-19: why might they be hazardous? Christian Funck-Brentano, Joe-Elie Salem. The Lancet. May 22, 2020. doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31174-0