El estándar de oro del tratamiento anticoagulante han sido, durante décadas, los antagonistas de la vitamina K. Más recientemente se han desarrollado los anticoagulantes orales dirigidos contra un blanco específico (DOACs por su sigla en inglés) (dabigatran, rivaroxaban, apixaban, edoxaban, betrixaban y darexaban). Su eficacia resultó al menos no inferior a los antagonistas de la vitamina K. La controversia surge en relación al perfil de seguridad de estos últimos, en especial en lo concerniente al riesgo de sangrado.
Los autores realizaron una revisión sistemática y metanálisis con el objetivo de comparar los efectos adversos de sangrado entre ambos tipos de medicamentos en pacientes con tromboembolismo venoso (TEV) (trombosis venosa profunda o embolia pulmonar) o con fibrilación atrial (FA) tratados para prevenir embolia sistémica o accidente cerebrovascular. La búsqueda abarcó las bases de datos MEDLINE, EMBASE, y Cochrane Central Register of Controlled Trials; resúmenes de conferencias y www.clinicaltrials.gov, sin restricción de idioma. Dos revisores independientes tuvieron a su cargo la selección de estudios que incluyó ensayos clínicos fase III, aleatorizados, controlados; la extracción de datos y el análisis cualitativo.
Se estableció como criterio primario de valoración el sangrado mayor según los criterios de la International Society on Thrombosis and Haemostasis (J Thromb
Haemost. 2005), se aceptó también el definido por cada estudio individualmente.
En total se analizaron 12 ensayos clínicos con 102.607 pacientes (n= 57.850 DOACs, n= 44.757 antagonistas vitamina K), con una excelente concordancia entre ambos revisores, y una calidad de evidencia de moderada a alta. Todos los estudios habían sido auspiciados por la industria farmacéutica. En los ensayos clínicos analizados, el promedio de tratamiento era de 1.6 a 2.0 años en aquellos con FA y 3 a 12 meses en los individuos con TVE; con un rango de edad de 70 a 73 años y 54 a 57, respectivamente. El INR fijado osciló entre 2.0 y 3.0.
Los autores hallaron, en el grupo DOACs, una disminución significativa del riesgo total de sangrado mayor, hemorragia mortal, hemorragia intracraneal y sangrado no mayor clínicamente relevante (p< 0.01) (Tabla 1). En cambio, no hubo diferencias en lo que respecta a la tasa de sangrado gastrointestinal.
Tabla 1: Eventos de sangrado TSOACs vs. Antagonistas vitamina K
Sangrado |
TSOACs |
Antagonista vitamina K |
Diferencia absoluta de riesgo |
mayor |
2320/ 57.850 (4%) |
2081/44.757 (4.64%) |
-0.64% |
mortal |
173/57.850 (0.30%) |
234/ 44.757 (0.52%) |
--0.22% |
intracraneal |
297/57.850 (0.51%) |
485/44.757 (1.08%) |
--0.57%, |
no mayor clínicamente relevante |
4688/45.774 (10.24%) |
4280/38.750 (11.05%) |
-1.01% |
Total |
429/ 45.970 (24.86%) |
32/877 (30.42%) |
-5.56%, |
Conclusión
Los autores concluyen que, tomando como objetivo un INR de 2.0 o 3.0, los anticoagulantes orales dirigidos contra un blanco específico se asocian con menor riesgo de sangrado mayor, fatal, no mayor clínicamente relevante y total. Destacan, asimismo, que estos medicamentos no aumentan la tasa de sangrado gastrointestinal.
Acceso libre al artículo original
Chatree Chai-Adisaksopha, Mark Crowther, Tetsuya Isayama, and Wendy Lim. The impact of bleeding complications in patients receiving target-specific oral anticoagulants: a systematic review and meta-analysis. Blood,2014; 124(15):2450-2458