La ventilación crónica no invasiva (VNI) es un cuidado basado en la evidencia para pacientes estables con EPOC e hipercapnia. El siguiente protocolo sugiere que iniciar VNI crónica en el hogar, con el uso de telemedicina, no es inferior a su inicio hospitalario. Participaron del estudio 67 pacientes estables con EPOC hipercápnica, asignados al azar a inicio de VNI crónica en el hospital o el domicilio con telemedicina. El criterio primario de valoración fue la reducción diurna de la presión arterial de dióxido de carbono (PaCO2) después de 6 meses de VNI, con un margen de no inferioridad de 0.4 kPa.
Resultados
Iniciar la VNI crónica en el hogar no fue inferior al inicio hospitalario (diferencia media ajustada en el cambio de PaCO2 hogar vs hospital: 0.04 kPa. Ambos grupos mostraron una reducción de PaCO2 a los 6 meses en comparación con la línea de base (hogar: 7.3 ± 0.9 a 6.4 ± 0.8 kPa; p< 0.001 y hospital: 7.4 ± 1.0 a 6.4 ± 0.6 kPa; p< 0.001). También mejoraron otros parámetros de intercambio gaseoso, sin diferencias significativas entre grupos. Tampoco hubo diferencias significativas en la mejoría del VEF1, capacidad vital forzada y volúmenes pulmonares, ni en el aumento de la distancia caminada en 6 minutos.
La calidad de vida relacionada con la salud mejoró sin diferencias entre grupos (diferencia media de la puntuación total ajustada del Clinical COPD Questionnaire 0.0). Tampoco hubo diferencias en los cambios, respecto de los parámetros en los 6 meses pre-estudio, en el número de días de hospitalización, frecuencia de hospitalización y frecuencia de exacerbación. Iniciar la VNI en el hogar demandó más tiempo (14.5 días, rango 7–40 días) que en el grupo hospitalario (7 días, rango 4–15 días; p <0,001).
En general, los pacientes del grupo hospitalario se ventilaron con una mayor presión positiva inspiratoria de las vías respiratorias (IPAP), presión positiva espiratoria de la vía aérea (EPAP) y frecuencia respiratoria de respaldo (BURR). En el grupo domiciliario el IPAP se incrementó gradualmente durante el seguimiento, mientras que en el grupo hospitalario esto no fue evidente; la diferencia IPAP-EPAP fue significativamente mayor en el grupo hospitalario a los 3 meses, pero no a los 6 meses. Atribuyen la diferencia a problemas técnicos que dificultaron la medición confiable en el hogar o la transferencia de los datos al hospital.
El cumplimiento con la VNI fue bueno. A los 3 meses, fue mayor en el grupo domiciliario en comparación con el hospitalario (7.7 ± 1.7 hs/día versus 6.6 ± 2.1 hs/día, respectivamente; p= 0,037). A los seis meses, la adherencia en el grupo VNI hospitalaria era de 7.5 ± 2.0 hs/día a los 6 meses, y en el grupo domiciliario de 8.2 ± 1.7 hs/día, sin diferencias relevantes entre ambos.
Los efectos secundarios tuvieron una frecuencia similar en ambos grupos (aerofagia, disnea excesiva al desconectar la VNI por la mañana y sequedad de boca. En un caso la VNI se suspendió de forma intermitente, en otros se cambiaron la configuración o la máscara. El análisis de costos mostró que iniciar la VNI en el hogar fue significativamente más económico en comparación con el inicio hospitalario (p < 0,001).
Conclusión
Los autores señalan que este es el primer estudio controlado, aleatorizado, que muestra que, en pacientes con EPOC hipercápnica estable, la iniciación domiciliaria de VNI crónica, monitoreada por telemedicina, no es inferior al inicio hospitalario. Entre las ventajas del inicio en el hogar los autores enumeran la disponibilidad de más tiempo para adaptar las presiones necesarias para alcanzar los objetivos (mejorar en intercambio de gases, aliviar la carga muscular respiratoria, alcanzar la comodidad y adherencia del paciente). Concluyen los autores destacando que iniciar la VNI crónica monitoreada por telemedicina, en el hogar del paciente, es una modalidad segura y reduce los costos en más de 50%.
Acceso al resumen
Marieke L Duiverman, Judith M Vonk, Gerrie Bladder et al. Home initiation of chronic non-invasive ventilation in COPD patients with chronic hypercapnic respiratory failure: a randomised controlled trial. Thorax 2020;75:244–252.