Los autores de este ensayo clinico se propusieron determinar si la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) añadida al tratamiento con un agente antihipertensivo tiene un impacto en los niveles de presión arterial (PA) en individuos con hipertensión arterial de novo y apnea obstructiva del sueño (AOS). En la primera fase, casos-control, de 6 semanas de duración, los participantes se asignaron en proporción  2:1 AOS/no-AOS, respectivamente. Todos los pacientes comenzaron el tratamiento con el antagonista del receptor de angiotensina II losartán a razón de 50 mg/día. En la segunda etapa, aleatorizada, con grupos paralelos, participaron los pacientes con AOS quienes continuaron recibiendo losartán y fueron asignados al azar a CPAP todas las noches como tratamiento complementario o no-CPAP. En las mediciones de 24 horas, losartán redujo significativamente la PA sistólica, diastólica y media en ambos grupos (sin AOS: 12.6; 7.2 y 9.0 mmHg; con AOS 9.8; 5.7 y 6,1 mmHg).

Aunque con una elevada prevalencia en todo tipo de afecciones del aparato respiratorio la hipersecreción crónica de moco se ha asociado con limitación crónica del flujo de aire, particularmente con EPOC. Sin embargo, sobre la base de su estudio longitudinal en 800 hombres seguidos durante 8 años, Fletcher y colaboradores (BMJ, 1977) concluyeron que había dos trastornos distintos pero comúnmente asociados: la hipersecreción de moco con infecciones recurrentes de vías respiratorias y la obstrucción de las vías respiratorias con enfisema.

 

Existen evidencias epidemiológicas que relacionan el tabaquismo con el síndrome de dificultad respiratoria aguda  (SDRA), no obstante no se ha investigado el rol de la polución aérea y la exposición crónica a partículas. Se enrolaron en este estudio prospectivo, 1558 pacientes críticamente enfermos con riesgo de SDRA,  asistidos en un centro de cuidados terciarios.

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